A los familiares del corredor de seguros Pablo Casellas Toro les resulta difícil concebir que “Pablito” hubiese asesinado a su esposa, la ejecutiva de Assurant Solutions, Carmen Paredes, “porque en el perfil psicológico de este no cabe el que haya cometido un acto tan terrible como ese”.

El abogado Miguel Lausell, muy cercano a la familia Casellas -su hija está casada con Salvador Casellas, hijo–, defendió con vehemencia su convicción de que Pablo Casellas Toro es inocente del asesinato que se le imputa.

Este criticó que las autoridades se hayan limitado a investigar al viudo sin considerar otros ángulos y posibilidades de que haya sido otra persona quien asesinó a Paredes.

“Es un momento de muchísima tristeza. Nosotros queríamos mucho a Carmen porque era una mujer extraordinaria. Era una familia bonita. Las dos nenas, que son preciosas e inteligentes. Era un placer verlos, porque era una familia unida. Y cuando esto pasó, era un golpe doloroso extraordinario”, expresó el abogado.

“A mí me afectó muchísimo y obviamente a Salvador padre le ha afectado. Y Pablito... Aquí se ha hablado del Pablito malo y Pablito hizo y Pablito no hizo, pero aquí hay una presunción de inocencia. Yo he visto ese niño sufriendo y llorando. Esto no es como dice la gente. Yo entiendo lo que pasa. Es que hay tantos casos de violencia... Irrespectivo del resultado, que se verá en su día, es una tragedia familiar. Una tragedia de la que no hay remedio porque ella se fue”, comentó con tristeza.

¿Y las nenas?

Las nenas están bien, dentro de las circunstancias.

Sobre la pérdida de la madre comentó: “Eso es muy fuerte, muy fuerte, y tener que ir a la escuela. Es una situación bien dolorosa. El dolor humano que hay aquí no te lo puedo empezar a narrar. Luego, su padre acusado... Toda la familia está consternada y todos están unidos para dar apoyo tanto a las nenas, a Salvador, a Pablito, a todos ellos. Pidiendo que Dios ilumine y que aparezca el que hizo la fechoría”, dijo en tono de ruego.

¿Ustedes están convencidos de la inocencia?

Yo conozco a Pablo desde que era un niño. El Pablito que yo conozco sí es así, desordenado, pero nunca le he visto un acto de violencia... Todo eso que han dicho que encañonó a los niños... ese no es Pablito.

“Pablito era una persona que es activa socialmente, que se ríe, que alborota, pero no da una bofetá a nadie. Que habla. Es de estos muchachos que nunca han peleado. Nunca ha dado una bofetá. Él habla loud”, describió.

¿Bocón?

Boconcito, luciito, cómico, gracioso. Pero las hijas saben lo que pasaba allí y lo adoran. Él hablaba de ‘la colorá de él’ (Paredes). Yo lo veía en las fiestas. ¿Qué matrimonio no tiene problemas en este país? Pues, mira, tú puedes tener una crisis. Puedes tener unos problemas, pero eso no te convierte en un criminal. Aquí no hay ningún móvil para él matarla, que yo conozca. No hay dinero. No hay nada.

¿Y la relación deteriorada?

Bueno, podría estar deteriorada pero, ¿cuántos matrimonios tienen una relación deteriorada y por los hijos se enderezan?

¿Cuestiones de celos?

¡Qué celos! Cuando ella viajaba cada mes dos semanas a Colombia, a Estados Unidos, y lo permitía. ¿Qué celoso puede ser un hombre...? No había ningunos celos. Él confiaba plenamente en ella y ella tenía confianza plena en él. Aquí no ha habido ningún caso de violencia. ¿Tú crees que si la hubiese habido, una profesional como ella no le hubiese radicado una denuncia? Aquí no hubo violencia, no se maltrataba físicamente, ni mucho menos él.

Que ella quisiera separarse...

Si quisiera separarse, se separaban. Eso no es una causal para matar a nadie. Mira, cuando Carmen, bendito, que en paz descanse, le peleaba, Pablito se acostaba a dormir. Ese es el Pablito Casellas. Ese es el Pablito que yo conozco. Yo no pongo mis manos en el fuego porque yo no sé lo que pasó allí. Pero si me preguntas a mí, te digo que el perfil psicológico de Pablito Casellas no compagina con un acto tan terrible como este.

Lausell piensa que la muerte de Paredes puede estar relacionada con una venganza contra el juez federal Salvador Casellas por alguna persona que sentenció y no se acuerdan, y que debieran investigar.