El superintendente de la Policía, Héctor M. Pesquera, y el superintendente asociado, José L. Rivera, visitaron a media mañana del jueves la residencia en que fue asesinada la ejecutiva de ventas y mercadeo de la empresa Assurance Solutions, Carmen Paredes Cintrón, en la urbanización Tierralta III, en Guaynabo.

Pesquera acudió a la escena en el vehículo privado del coronel Reinaldo Bermúdez, director de la región del Norte, y dijo que no tardó ni media hora en inspeccionar el área.

“Yo visité el área de la residencia, no la residencia… no entramos, no tocamos, no hablamos con nadie, no hicimos nada”, declaró Pesquera, al hablar sobre el motivo de su visita a la escena de los hechos.

El superintendente explicó que, como se trata de un caso de alto interés mediático y a menudo recibe informes sobre el desarrollo de la pesquisa, quería observar en detalle la ubicación de la estructura respecto al gazebo y la verja en la escena para tener una idea real del lugar donde ocurrieron los hechos.

“Yo necesitaba visualizar qué era qué, en relación a qué, y quería dar una ojeada. No estaba haciendo otra cosa que mirando, porque en la foto a veces es muy distinto por los ángulos o por la distancia no se ve bien la percepción. Nada, mirar una cosa con la otra, solamente el área pública”, declaró el funcionario, al tiempo que insistió en que como jefe de la agencia, cuando surgen casos importantes, tiene que estar enterado de su desarrollo.

Pesquera aclaró, no obstante, que la importancia que le está dando a esta investigación es la misma que tienen otros casos que quizás no han tenido la misma atención pública que el crimen de Paredes Cintrón y que no es la primera vez que acude a una escena luego de ser investigada para tener una perspectiva real de la misma.

Sostuvo que durante las casi dos semanas que han transcurrido desde el asesinato estuvo al tanto de lo que ocurría en la escena, pero no la visitó, porque entiende que ese no es su rol y que solo deben estar presentes aquellos que llevan a cabo la investigación.

 Pesquera se reunió el martes pasado con el equipo investigativo del área de Bayamón que evalúa el crimen de Paredes Cintrón, asesinada de varios balazos durante la mañana del 14 de julio, en la terraza de su propia residencia en la calle Ruiseñor de la urbanización Tierralta III, en Guaynabo.

Hasta el momento, su esposo Pablo Casellas Toro -hijo del juez federal Salvador Casellas-, ha sido señalado como una persona de interés en la pesquisa. El hombre alega que esa mañana llegó a la residencia, después de visitar a sus padres en una urbanización cercana, y vio a un hombre salir de la marquesina. Al entrar, revisó su arsenal de armas, y al llegar a la terraza se topó con el cadáver de su esposa sentada con las piernas cruzadas. Entonces, salió y presuntamente le hizo varios disparos al sujeto mientras este brincaba la verja de un parque aledaño a la residencia.

Durante la entrevista el jueves, Pesquera aseguró que en esta etapa de la investigación “todo el mundo es sospechoso... aquí no se puede descartar a nadie, como en ningún caso”. Además, evitó especular sobre cuándo habrá acusaciones, como lo ha hecho en estos días en varias entrevistas radiales el secretario de la gobernación Marcos Rodríguez Ema.

 “Los casos se radican cuando estén listos, los casos no deben estar sujetos a ningún tipo de presión, ni interna ni externa, hay que radicarlos cuando la prueba, los hechos demuestren que el caso está esclarecido y se pueda llevar al tribunal de competencia. Antes de eso, no se debe hacer por ninguna razón, porque de lo contrario ¿qué va a pasar?, va a someter un caso incompleto que muy probablemente va a perder”, respondió Pesquera.