El abogado acusado por supuestamente ocultar a un representado que era fugitivo federal para evitar que fuese arrestado, Lemuel Velilla Reyes, continuará usando un monitor electrónico, luego de que el juez federal Daniel R. Domínguez denegara la solicitud de su defensa para que se le removiera el aparato.

El juez concluyó que no hay “suficientes hechos” para cambiar las condiciones de fianza impuestas hace tres meses por un magistrado federal, cuando su entonces abogado y la fiscal Jenifer Yois Hernández acordaron que se le impusiera una fianza de $100,000 y vigilancia por medio de un grillete.

Su abogado actual, Francisco Rebollo Casalduc –junto con Juan A. Albino González-, planteó que su representado ha cumplido con todas las condiciones impuestas y que no es necesario que use un grillete electrónico.

“Es una letra escarlata. Es una humillación que no tiene propósito”, argumentó Rebollo Casalduc, quien destacó que su cliente continúa ejerciendo como abogado, como lo ha hecho por 38 años y que nunca ha sido amonestado por el Tribunal Supremo.

El juez le recalcó que la situación en este caso es por tener relaciones con “este tipo de persona”, refiriéndose a quien fuera cliente de Velilla Reyes y que aún está fugitivo, Wilfredo Rodríguez Rodríguez, acusado a nivel federal por un caso de narcotráfico desde el 2010.

“Tener grillete no previene eso. Eso solo sirve de letra escarlata, para humillar a mi cliente día a día mientras trabaja”, señaló Rebollo Casalduc.

El abogado destacó que “es parte de la profesión y podría pasarme a mí”, ya que realizan su labor de representar a personas acusadas por distintos delitos, y no quiere decir que estén de acuerdo con lo que han hecho. También dijo que a veces representan a alguien un año, y al tiempo los vuelven a contactar y no se acuerdan de ellos, o han cambiado su apariencia.

Domínguez le recordó que el problema es la “posible conexión” que el abogado acusado pudiese tener con el fugitivo.

La fiscal manifestó que Velilla Reyes tenía una “relación cercana” con el líder de la ganga José “Marcian” Colón de Jesús, en cuyo mismo pliego acusatorio aparece Rodríguez Rodríguez, a quien había representado anteriormente en el 2006 y en el 2010, cuando ofreció un nombre falso, y no lo corrigió.

“Esto demuestra una falta de respeto al sistema judicial. Si está dispuesto hacer eso por otra persona, imagínese lo que puede hacer para sí”, dijo Hernández.

El juez optó por honrar el acuerdo y no cambiar las condiciones de fianza, lo que provocó que familiares de Velilla Reyes comenzaran a llorar en sala.

El juicio en su contra está pautado para el 10 de marzo de 2015.

Velilla Reyes fue arrestado el 18 de septiembre pasado en su hogar por agentes del Negociado Federal de Investigaciones (FBI), y luego salió libre al pagar una fianza de $100,000.

La acusación contra el letrado incluye un cargo por supuestamente ocultar a Rodríguez Rodríguez para evitar que fuese detenido. El individuo, quien es fugitivo federal y estatal, fue representado por Velilla Reyes en varios casos estatales previos.

Según la pesquisa, Rodríguez Rodríguez, alias Fredo, Cape y Capellán, fue encontrado no culpable en el foro estatal por un caso de armas de fuego en 2007, y Velilla Torres solicitó se le devolvieran los documentos del fichaje.

A nivel federal, Rodríguez Rodríguez fue acusado por un gran jurado en 2010 junto con otros 109 individuos por ser parte de la organización de narcotráfico que controlaba la distribución y venta de drogas en los residenciales Virgilio Dávila, Las Gardenias, Brisas de Bayamón y Falín Torrech, todos en Bayamón. El líder de la ganga era Colón de Jesús, quien fue acusado y absuelto a nivel estatal por la masacre del barrio Pájaros en Toa Baja, pero arrestado en plena sala del Tribunal de Bayamón por agentes federales. Velilla Reyes representó a José "Ñoño" Cruz en dicho caso. A nivel federal, Marcian fue sentenciado a 37 años de prisión.

Las autoridades federales revelaron que Rodríguez Rodríguez fue arrestado por la Policía estatal el 14 de julio de 2011, durante un operativo en Toa Baja. Fue intervenido por portar un arma de fuego, pero al identificarse, usó el nombre falso de Félix Otero Torres.

En ese momento, Velilla Reyes compareció a la División de Drogas de Bayamón para representarlo y se alega sabía que su cliente ofreció un nombre falso. Durante los procedimientos, supuestamente dijo que su representado era Félix Otero Torres, pero que no recordaba su número de Seguro Social porque no era bueno con los números, y que no sabía su dirección completa porque se había mudado recientemente.

El abogado solicitó que se le fijara fianza y se le permitiera salir sin grillete, y que iría al día siguiente al proceso de fichaje, pero nunca acudió. Ninguno de los dos compareció a los señalamientos subsiguientes en el tribunal.

De Velilla Reyes ser encontrado culpable por encubrimiento, se expone a una sentencia de hasta cinco años de cárcel.