Ribot Cruz, apodado Soft, tenía el cinturón de seguridad del vehículo alrededor de su cuello y su deceso se confirmó cuando la guagua con los reos llegó a Ponce, según informó la Policía.

“Dicen que estaban mirando para al frente, para el lado”, sostuvo el comandante Roberto Rivera al referirse a respuestas iniciales ofrecidas a la Policía por los confinados que acompañaban a Ribot Cruz en la guagua. 

Rivera, coordinador de los Cuerpos de Investigación Criminal a nivel isla, dijo que esos confinados están “trancados” para referirse a que se mantienen herméticos y no han querido responder a las preguntas de las autoridades. 

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Rivera habló con este medio tras consultar con el comandante Carlos Cruz, director del Cuerpo de Investigación Criminal de Ponce sobre este caso y precisó que la pesquisa del deceso se retomaría mañana, lunes.

Cuando la guagua arribó al Complejo Correccional de Ponce, a eso de las 7:50 p.m. del viernes y se efectuó el conteo de rigor de los reclusos, las autoridades carcelarias se percataron que Ribot Cruz estaba muerto.

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El sábado, el secretario interino del Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR), José U. Zayas Cintrón, ordenó una investigación interna sobre las circunstancias que rodean el asesinato del confinado.

El portavoz del DCR, César Fiallo, reiteró a este medio que “la Oficina de Investigación del Sistema Correccional está preparando un informe preliminar” y estimó que el documento podría estar listo esta semana. 

Fiallo identificó a los oficiales correccionales que se encontraban en la guagua como Ángel Rodríguez Liciaga y Antonio Llanes, conductor de la guagua.

En un comunicado de prensa divulgado ayer, sábado, el DCR informó que el cadáver de Ribot Cruz fue encontrado en el piso, entre los últimos dos asientos de la guagua. Tras el deceso, la agencia indicó que se activó un protocolo que incluye notificar a la Policía, a la Fiscalía y al comandante de seguridad, que al presente es el coronel Héctor M. Fontánez. 

Ribot Cruz, natural de Arecibo, estaba en el Centro de Ingreso del Complejo Correccional de Bayamón desde el 20 de octubre, según se informó.

El hombre fue encarcelado tras ser acusado por violación al artículo 268 del Código Penal, por supuestamente ofrecer una declaración falsa sobre un delito. 

El fallecido tenía expediente criminal previo por violación a la Ley de Armas, tentativa de asesinato, violación a la Ley 54 de Violencia Doméstica y, en el año 2014, cumplió prisión por maltrato infantil. 

En síntesis, se le imputó amenazar en cortar a pedazos a su hijo de año y medio con una máquina de cortar losas por un suceso ocurrido el 8 de abril de 2013.

El fallo de un jurado llegó en septiembre del mismo año.

Según el informe de novedades de la Policía, el querellante, identificado como Antonio Janees Santiago, alegó que a eso de las 7:50 p.m. de ayer, viernes, al llegar al área de admisiones del penal, procedió a bajar a los confinados y se percató de que en la parte posterior de la guagua oficial GE-02893, había un recluso sin signos vitales. 

Trascendió el sábado que el personal de Homicidios de Ponce, comandado por el sargento Miguel Torres, espera por el informe de autopsia del Instituto de Ciencias Forenses para certificar la causa de muerte.