Un año y medio después de los hechos y tras múltiples trámites judiciales, Luis D' Acosta de Jesús se declaró culpable este martes de cinco de los seis cargos que pesaban en su contra por atropellar a la excorredora Mayra Elías y a otros dos corredores mientras entrenaban cerca del Parque Luis Muñoz Rivera, en Puerta de Tierra.

Durante la mañana, el hombre de 24 años negó responsabilidad por todas las denuncias, pero horas después se retractó e hizo alegación de culpabilidad ante la jueza Eloína Torres Cancel, del Tribunal de San Juan, por tres cargos graves de lesión negligente, uno menos grave por conducir de manera negligente y otro menos grave por abandonar la escena aquella mañana del 22 de septiembre del 2012.

D' Acosta de Jesús solo mantuvo su alegación de no culpabilidad por el cargo grave de destrucción de evidencia, y el juicio por ese delito fue pautado para el 3 de abril.

Elías y su esposo, Luis Javier Pérez, hubieran sido los primeros testigos en declarar en el juicio, pero sus testimonios fueron innecesarios tras la alegación de culpabilidad del acusado. En sala, la pareja se mantuvo tranquila y agarrada de manos, ella en su silla de ruedas motorizada, y él en una de las bancas.

"Después de dos años, él (D'Acosta de Jesús) hizo alegación por cinco de los seis cargos, y eso me alegra. Qué pena que tardó tanto tiempo, pero bueno, lo hizo, así que estamos bien", dijo Elías a este medio al abandonar la sala 1105 del tribunal, en compañía de sus familiares.

Elías manifestó que se sintió aliviada al conocer que no tendría que testificar sobre el trágico incidente. "El hecho de estar dentro de sala me da ansiedad, me drena y me crea angustia, pero he estado bien... Estoy más tranquila", dijo sin querer comentar más detalles sobre el proceso judicial por encontrarse todavía bajo las reglas del tribunal.

El licenciado Wilfredo Díaz Narváez, quien representó a D' Acosta de Jesús junto a otros dos abogados, indicó por separado que fue su cliente el que quiso declararse culpable y que no fue a instancias de la defensa.

"Él lleva un período de reflexión. Ha ido a terapia psicológica, y en ese período de reflexión, está asumiendo responsabilidad por sus actos", afirmó el letrado.

 D' Acosta de Jesús se mantuvo todo el tiempo de pie y calmado, al lado de sus representantes legales, mientras éstos discutían en corte abierta los términos de la alegación, y también se proyectó tranquilo cuando la jueza Torres Cancel le preguntó directamente si constituía una decisión voluntaria y si había sido informado sobre las implicaciones de ese acto.

La vista de sentencia por los cinco cargos fue pautada para el 6 de mayo. Díaz Narváez destacó que, tras la alegación de culpa, el ahora convicto cualifica para tres años de sentencia suspendida por cada uno de los tres cargos graves, por lo que no tendría que ir a prisión.

La lista de testigos para el caso de destrucción de evidencia, la integran Melba de Jesús, madre de D' Acosta de Jesús, así como un ex agente de la División de Homicidios de San Juan, dos agentes de Servicios Técnicos de la Policía en Bayamón y una agente del cuartel de Bayamón Norte.

Díaz Narváez indicó que su cliente cualificaría también para tres años de sentencia suspendida si resulta convicto por ese cargo.

El inicio del juicio se dilató debido a que la defensa, que también componen los abogados Wilmarie Díaz Narváez y Víctor Ramos Rodríguez, reclamaron, primero ante el Tribunal de Apelaciones y luego ante el Tribunal Supremo, que el caso regresara a la etapa de vista preliminar debido a que no prosperó un intento de alegación preacordada con el ministerio público, representado por los fiscales Fleming Castillo y Betzaida Quiñones. Los argumentos de los abogados de la defensa no prosperaron en ninguno de esos foros.

El día de los hechos, Elías corría por el carril exclusivo de la Autoridad Metropolitana de Autobuses, en la Avenida Constitución, acompañada por Ana María Rivera y Jorge Rivera, quienes resultaron con heridas menores al ser impactados por el auto que manejaba D' Acosta de Jesús. El último de los perjudicados figuraba también en la lista de testigos en el juicio.

D'Acosta de Jesús se dio a la fuga, y el vehículo fue encontrado días después en la marquesina de la residencia que compartía con su madre, en la urbanización Santa Rosa, en Bayamón.