El defensa de David Bonilla Fernández, acusado del asesinato de Julio Ramos Oliver ocurrido en las fiestas de la Calle San Sebastián, realizó un acercamiento al ministerio público para intentar disponer de este caso.

Hoy, estaba pautada una vista ante la jueza Eloína Torres Cancel, del Tribunal de San Juan, pero el abogado Irving Prado no estuvo presente debido a una situación médica.

En su lugar compareció su hermana, la licenciada Damaris Prado, quien indicó a la magistrada que el proceso de descubrimiento de prueba se había completado y que las partes habían iniciado unas conversaciones para alcanzar un acuerdo.

El fiscal Mario Rivera Géigel, por su parte, precisó que el abogado se acercó al ministerio público en busca de un posible acuerdo.

Pero a pesar del acercamiento, el licenciado Pardo presentó recientemente una moción para que este juicio se vea por jurado.

Así las cosas, la jueza Torres Cancel citó el caso para mañana, viernes, para aclarar el estado de este caso.

A su salida de sala, la licenciada Prado indicó que "se inició una conversación para discutir unos asuntos", pero no precisó el alcance de ese diálogo.

Mientras, el fiscal Rivera Géigel señaló que desde el inicio el abogado realizó un acercamiento, pero que todavía no se ha materializado un acuerdo, que llevaría al acusado a realizar una alegación de culpabilidad.

"Siempre hay una posibilidad", respondió el fiscal sobre la posibilidad de un acuerdo.

Aclaró, sin embargo, que este asunto necesitaría la aprobación de la fiscal de Distrito, Sonia Otero, y del jefe de los Fiscales, José Capó.

En la breve audiencia estuvieron presentes familiares y amigos de la víctima quienes lucían una camiseta en honor a "Macho" como se le conocía a Ramos Oliver.

Los padres del acusado también estuvieron presentes en el salón de sesiones. El joven, sin embargo, no estuvo en sala, pese a que se encontraba en el centro judicial.

Bonilla Fernández enfrenta un cargo de asesinato en primer grado y dos cargos de violación a la Ley de Armas por supuestamente asesinar a Ramos Oliver en medio de un altercado durante las fiestas de la Calle San Sebastián en el Viejo San Juan en enero pasado.

Por el cargo de asesinato se expone a una pena de 99 años de cárcel.