Los acusados por el "carjacking" y asesinato del publicista José Enrique Gómez Saladín podrían declararse culpables y no ver el juicio en su fondo.

"No creemos que vaya haber juicio", adelantó el abogado de uno de los cuatro coacusados, Thomas Lincoln San Juan.

Una conferencia de estatus se llevó a cabo esta tarde ante el juez federal Daniel R. Domínguez, quien solicitó a los abogados de los acusados informar a la corte en o antes del 24 de noviembre si llegaron a un acuerdo con la fiscalía para hacer alegación de culpabilidad.  De no ser así, ese día a las 5:00 p.m. habrá vista para pautar la fecha del juicio, que sería en enero o febrero de 2015.

No obstante, Lincoln San Juan dijo que apenas falta finalizar conversaciones con los acusados y adelantó que entiende que todos harán alegación de culpabilidad. 

La fiscal Julia Meconiates destacó que ya las ofertas están sobre la mesa y que lo que falta son "pequeños detalles" que los abogados tienen que discutir con sus representados.

En sala estuvieron presentes los padres del publicista, José Antonio Gómez y Carmen Saladín, y la viuda Nayda Ruiz. Todos salieron de sala con la fiscal, quien los orientaba sobre el proceso.

Ya uno de los coacusados, Rubén Delgado Ortiz, hizo alegación de culpabilidad el 24 de octubre pasado al llegar a un acuerdo con una sentencia recomendada de entre 24 años y tres meses hasta 30 años y cuatro meses de cárcel.

Podrían seguir sus pasos los coacusados Edwin "Bebo" Torres Osorio, Alejandra "Pochi" Berríos Cotto y Lenisse "Prieta" Aponte Aponte.

Según la pesquisa, el 29 de noviembre de 2012 los acusados estaban en casa de Aponte Aponte cuando ésta confesó que, aunque se prostituía, no tenía dinero suficiente para pagar la renta, por lo que idearon un plan para que un futuro cliente le pagara una deuda ficticia.

Aponte Aponte esperó en la calle Padial, en Caguas, hasta que se acercó Gómez Saladín en un Toyota Matrix azul, y ella se montó en el carro con Berríos Cotto y se fueron por 25 minutos.

Al regresar, Torres Osorio y Delgado Ortiz amenazaron al conductor para que le pagara a Aponte Aponte lo que le debía. Delgado Ortiz tenía un pote de gas pimienta en el bolsillo que usó para simular que tenía un arma de fuego. Fueron a un Banco Popular a una máquina a sacar $400.

Delgado Ortiz le dio el dinero a Aponte Aponte, quien le devolvió $100.

Obligaron a Gómez Saladín a moverse al asiento del pasajero y lo llevaron a una antigua prisión en Guavate, en Cayey.

Según la denuncia, cuando iban de camino, los acusados discutían cómo matarían al perjudicado.

"¿Cómo lo hacemos? ¿Lo freímos, quemamos o le pasamos el carro por encima?", cuestionaban.

Los involucrados fueron a una gasolinera a comprar gasolina y al llegar a la antigua prisión, le ordenaron al publicista que se pusiera de rodillas mientras lo agredían con distintos objetos. Lo impregnaron con gasolina y Berríos Cotto lo prendió en fuego con un encendedor que le dio Delgado Ortiz. El hombre logró quitarse los pantalones en un intento por evitar quemarse, pero los acusados siguieron golpeándolo con palos y tubos hasta que, 25 minutos después, lo dejaron que "apenas respiraba".

Luego fueron a comprar más gasolina y quemaron el carro.

Al día siguiente, la esposa del publicista reportó la desaparición de su esposo, con quien habló por última vez la noche antes cuando éste le dijo que estaba saliendo de una actividad en un hotel en San Juan.

Su cuerpo fue encontrado días después, parcialmente descompuesto.

De ir a juicio y ser encontrados culpables por actuar en concierto y común acuerdo con la intención de causar daño corporal y la muerte al tomar el vehículo bajo la fuerza, intimidación y violencia, podrían enfrentarse a cadena perpetua.