Cuatro ciudadanos de Isabela enfrentan desde el martes cargos menos graves por extracción de arena tras ser sorprendidos por personal del Cuerpo de Vigilantes de la región de Aguadilla removiendo este material de las dunas ubicadas en las playas de los barrio Bajuras y Guayabos, informó hoy, miércoles, la secretaria de Recursos Naturales y Ambientales, Carmen Guerrero Pérez.

“Queremos enviar el mensaje claro de que esto es un delito”, sostuvo esta tarde la funcionaria en conferencia de prensa.

“Inicialmente pensamos que eran un par de personas, pero nos dimos cuenta que son muchas más, que es una práctica bien común que se da en las playas de Puerto Rico donde hay dunas, pero se había convertido en un problema significativo en Isabela”, apuntó Guerrero Pérez.

Los ciudadanos Arturo B. Meléndez Álvarez, Benjamín Román Jr., David Montalvo Rosado y Samuel Ríos Ramos se convirtieron en los primeros en ser acusados criminalmente en lo que va de cuatrienio por violar el artículo 2 de la Ley 132 de 1968 sobre extracción y remoción de material de la corteza terrestre.

La secretaria indicó que otros dos ciudadanos serán acusados por el mismo delito próximamente.

La jueza Dinorah Martín Hau encontró causa y pautó la fecha de juicio para el 6 de abril.

Los imputados se exponen a multas administrativas de hasta $50,000 y una multa a nivel penal de $500 y hasta seis meses de cárcel.

El operativo que culminó con las citaciones de estos individuos fue encabezado por el comisionado del Cuerpo de Vigilantes de Aguadilla, Ángel Cruz Medina, junto a los vigilantes David Vargas Moya y Roberto Abreu Hernández.

“Son casos bien hechos, tenemos evidencia contundente…. No hay duda que el caso está bien logrado”, estableció Cruz Medina.

La investigación, señaló Guerrero Pérez, cuenta con evidencia fotográfica de los imputados removiendo la arena con pailas que depositaron en sus vehículos y, en uno de los casos, en la cabina de una camioneta. La funcionaria no brindó un estimado en metros cúbicos de la arena removida ilegalmente, pero sí dijo que se usó el material tanto para uso personal como comercial.

“Tenemos que recordar que las dunas son hábitat de especies marinas como la tortuga. El tinglar está en temporada de anidaje. Las dunas también son vitales para el turismo y la recreación, vitales para el desarrollo socioeconómico del municipio y la zona y también son espacio para investigación”, expuso al explicar que hay otras pesquisas en curso sobre robo de arena y mencionó otras zonas donde se comete el delito: Piñones, Culebra, Vieques y Camuy.

Guerrero enfatizó en que las dunas sirven de barrera natural contra eventos climatológicos como frentes fríos y huracanes.

“Parece mentira que hoy día, cuando estamos perdiendo metros y metros de línea en Puerto Rico debido al cambio climático haya personas que se roban la arena”, insistió.

Las dunas de Isabela han sido escenario de un proyecto de restauración desde el año 2007. La iniciativa es encabezada por el profesor Robert Mayer, del recinto de Aguadilla de la Universidad de Puerto Rico. De hecho, fue Mayer quien alertó al DRNA sobre la práctica de extracción ilegal de arena en las playas de Isabela.

“Es alarmante… hemos tratado de promover la acumulación de arena en esa zona, que fue explotada por décadas”, señaló por su parte el profesor.

“Estamos pasando calor y rompiéndonos la espalda literalmente para ver cómo miembros de la población, inescrupulosamente, retiran este recurso tan preciado. Estamos viendo un aumento en el nivel del mar y las costas están bien vulnerables”, advirtió.