Faltas por tentativa de asesinato e infracciones a la Ley de Armas serán presentadas contra dos hermanos adolescentes esta semana, tras ser implicados en un reciente ataque a tiros contra policías en Caimito.

Las imputaciones se relacionan con una persecución ocurrida el miércoles en la noche, cuando agentes ocuparon dos armas de fuego que serán sometidas a pruebas de balística para conocer si han sido utilizadas en crímenes recientes, como el asesinato del policía Miguel Pérez Ríos.

Este medio supo que el viernes se levantaron declaraciones juradas de agentes de la División de Arrestos Especiales y Extradiciones de la Policía que supuestamente fueron blancos de los adolescentes, uno de 15 años y el otro de 16, en medio de una persecución en el camino Las Cruces, sector Paracochero, en Caimito.

El incidente ocurrió a eso de las 11:00 p.m. del miércoles, cuando los agentes Edgardo Centeno Llopiz, Freddy Muriel y el sargento Carlos Salduondo, todos de la citada división especializada, le dieron el alto a los ocupantes de una guagua Nissan Rogue de 2015, que figura robada desde el 23 de mayo en Bayamón.

El chofer de la guagua, un adolescente de 15 años, fue aprehendido luego de perder el control de ese vehículo, que terminó volcado.

En el choque, el menor sufrió heridas leves. El pasajero, su hermano de 16 años, huyó y supuestamente portaba arma de fuego. Antes de alejarse, presuntamente la usó para abrir fuego contra los agentes.

Trascendió también que los policías repelieron el ataque con sus armas de reglamento.

El menor aprehendido sería llevado al Centro Judicial de San Juan ante un juez de menores. Ante ese mismo magistrado su hermano sería imputado de faltas en ausencia.

En la guagua volcada, cuya tablilla también figura robada del estacionamiento de un negocio Walmart, en Toa Baja,

se ocupó una pistola Glock calibre 9 milímetros, cargada con 19 municiones, así como un cargador adicional con 25 municiones. El detenido, mientras, también tenía otra arma Glock calibre 45, cargada con 6 municiones y otro cargador adicional con 6 municiones, según la Policía.

Las balas y otros detalles de estas armas serán comparadas con casquillos ocupados en una serie de escenas de asesinatos como la masacre de La Rosaleda (24 de agosto), un crimen ocurrido detrás del residencial Santa María (20 de agosto), otro del 26 de agosto, frente a una funeraria en la urbanización Santiago Iglesias, así como con el asesinato del agente Miguel Pérez Ríos, ocurrido el 7 de septiembre en una gasolinera ubicada en el Camino Alejandrino.

En relación a esta última pesquisa, la Policía no ha revelado mayores hallazgos, aunque han divulgado apodos de varios individuos investigados y en un momento señalados como personas de interés.

La pareja de hermanos adolescentes, según la Policía, son sospechosos de múltiples robos, carjacking y se le presentaron faltas por herir de arma blanca a un agente de la División de Violencia Doméstica de San Juan, en hechos ocurridos el 9 de julio en la calle Santa Fe, de Puerto Nuevo.

La búsqueda del menor de 16 años continúa.