Una portavoz de los derechos de los confinados, Milagros Rivera Watterson, censuró el plan del gobierno y el Departamento de Corrección y Rehabilitación (DCR) de trasladar presos desde Puerto Rico a cárceles de Estados Unidos.

EL DCR dio ayer detalles del programa Out of State para el traslado de los primeros 1,200 confinados a Estados Unidos, prometiendo cárceles bilingües y menú criollo, como parte de una estrategia para lograr ahorros de entre $10 millones a $13 millones. Unos 3,200 confinados finalmente serían sacados del país.

En entrevista en Radio Isla, la portavoz del Comité de Amigos y Familiares de Confinados dijo que el anuncio de ayer reveló que por ahí viene la privatización de cárceles, que se está ejecutando el traslado con más prisa que antes y aseguró que no se están tomando en cuenta los confinados y sus familias.

“Ya el 30 de enero el secretario había dicho que los traslados comenzaban en el 2019 y ahora indican que es este mismo años… nos sorprende la prisa para mover confinados”, dijo Rivera Watterson en la entrevista radial.

Dijo que la población confinada se ha reducido dramáticamente, de 14,000 reos a unos 9,000. “Hay menos intervenciones”, explicó.

Asimismo, Rivera Watterson dijo que ahora se anuncia la intención de privatizar la cárcel de mujeres y las de jóvenes y recordó que esfuerzos anteriores de ceder a manos privadas las operaciones carcelarias han fracasado.

“Ahora viene la privatización por todos lados”, dijo Rivera Watterson.

No está claro como el traslado afecta los cientos de confinados que están en trámites de salir de prisión, y como se le daría seguimiento desde la isla a gente que ahora estará presa en lugares distantes, a los fines de cumplir con la labor constitucional de procurar la rehabilitación de los confinados.

También cuestionó los supuestos ahorros de $40 millones que se lograrían con estos traslados y aseguró que hay preocupación entre los familiares de los confinados del país. “Se sacan las cosas de la ‘manga production’… (los familiares) están preocupados. No se han dado cuenta que los confinados no son robots son personas. Tú no puede lidiar con las emociones de las personas de esta manera”, indicó.