El imputado Christopher Sánchez Asencio ofreció a la Policía dos versiones diferentes de los hechos que desembocaron en la muerte de cuatro miembros de una familia en Guaynabo en noviembre pasado.

En la primera versión, el hombre, de 27, años se presentó como víctima en un crimen que aparentemente dirigía el otro coimputado José Luis Bosch Mulero.

Pero en una segunda declaración, muy similar a la que ofreció el único sobreviviente de la tragedia, aceptó que disparó el arma que mató a Miguel Ortiz Díaz, Carmita Uceda Ciriaco, Michael Ortiz Uceda y Clementina Ciriaco López, en hechos ocurridos entre el 17 y 18 de noviembre pasado en Guaynabo.

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En la continuación de la vista preliminar que se sigue contra el dúo, el agente Roberto Marrero Aponte declaró esta mañana que el 18 de noviembre Sánchez Asencio aceptó ofrecer dos declaraciones orales y dos escritas sobre su participación en la masacre de Guaynabo.

Al momento de confesar los hechos, el hombre se encontraba en la División de Homicidios de la Policía en la Comandancia de Bayamón tras ser arrestado en la madrugada frente a la residencia donde vivía con su mamá en la urbanización Versalles, en Bayamón.

En medio de las constantes objeciones de la defensa, que hacían difícil entender el relato el agente, el testigo apuntó que en la primera versión el imputado indicó que no conocía a Bosch Mulero, pero lo ubicó disparando contra los miembros de la familia.

A través del testimonio, los abogados Mayra López Mulero y Orlando Cameron Gordon argumentaron que el testigo ofrecía prueba de referencia inadmisible en el proceso judicial. Ante este planteamiento la jueza Sylvia Díaz Solla, del Tribunal de Bayamón, determinó que el testigo no podía hacer alusión "a declaraciones que el señor Christopher hiciera en relación a Bosch Mulero" y vice versa.

"Alega que sin mediar palabra, la persona (Bosch Mulero) dispara contra don Miguel", apuntó el testigo a preguntas de la fiscal María del Mar Ortiz Rivera.

En versión original, Sánchez Asencio también indicó que "esa persona" que llegó a asaltar la noche del 17 de noviembre, entró armada a la residencia en la urbanización Parque de los Frailes en Guaynabo y que les disparó en la cabeza a Uceda Ciriaco y a Ciriaco López. Posteriormente huyó dejando a la persona con los dos menores, que todavía estaban vivos, en una carretera en Aguas Buenas.

Sin embargo, en la segunda versión -y en la cual aseguró que decía la "verdad"- el imputado aceptó que llegó a la urbanización con Bosch Mulero, de 26 años, y que mató a los cuatro miembros de la familia Ortiz Uceda.

Explicó que llegó a la residencia en una guagua Toyota 4-Runner gris y que Bosch Mulero permaneció en el vehículo mientras éste se bajó a pagar $250 de alquiler. El dúo se mantuvo en contacto mediante mensaje de texto.

El imputado, que se mantuvo en sala atento al testimonio del agente, contó a Marrero Aponte que cuando iba a salir, Bosch Mulero entró a la casa armado.

Como parte de su admisión, relató al oficial que en un momento Bosch Mulero lanzó a Ortiz Díaz al suelo.

"Christopher coge un cuchillo y apuñala en el área del cuello a don Miguel", indicó el testigo.

Luego lo levantó del piso y se lo llevó al área de la piscina.

"Mientras está en el área de la piscina, Christopher le manifiesta a don Miguel 'que no quería hacerlo'", indicó el agente Marrero Aponte.

Después Sánchez Asencio, según su propio relato, entró a la residencia con el hombre herido, mientras Bosch Mulero alertó que había "personas afuera".

"Christopher se desespera y le hace un disparo a don Miguel", admitió el coimputado al agente.

"Yo le pregunté qué tipo de arma usó. Me dijo que usó una pistola calibre 45 color plateada y con chapas de madera. Que cogió el casquillo y se lo echó al bolsillo", agregó.

Posteriormente, el coimputado confesó que les disparó en la cabeza a las dos mujeres y que luego le disparó al otro menor en la cabeza en algún punto de la travesía que realizaron en la guagua.

"Durante el camino Christopher le pedía disculpas al niño menor por lo ocurrido", dijo el agente.

En esta segunda versión, Sánchez Asencio también aceptó que trató de matar al único sobreviviente de la matanza familiar, pero que no lo logró "porque ya no podía con la situación". Entonces pidió a Bosch Mulero que lo intentara.

Después de ofrecer la segunda versión, Sánchez Asencio dibujó un mapa de la residencia en Guaynabo y describió la ropa que llevaban los tres adultos muertos.

En un contrainterrogatorio, matizado por las objeciones de la licenciada López Mulero, Cameron Gordon trató de impugnar la confesión haciendo preguntas sobre las condiciones en que se tomaron dichas admisones.

Marrero Aponte declaró que nunca explicó a Sánchez Asencio las consecuencias de renunciar a sus derechos y que no le preguntó si usaba drogas.

El agente tampoco indagó sobre la condición mental del hombre y no le ofreció tiempo para descansar a pesar de que estuvo detenido largas horas.

Cameron Gordon trató de hacer preguntas sobre el hombre (Bosh Mulero) que encañonó a Sánchez Asencio en la casa para establecer que su cliente (Sánchez Asencio) actuó respondiendo a las instrucciones del supuesto asaltante, pero la licenciada López Mulero objetó las preguntas con éxito. Solo llevó al testigo a establecer que actuó bajo amenaza sin mencionar contexto.

López Mulero, por su parte, enfatizó preguntas para destacar la preparación y experiencia del agente realizando entrevistas a sospechosos.

"¿Usted no le creyó la primera versión a Christopher?", preguntó.

"Cierto", respondió Marrero Aponte.

Indicó que por esa razón le hizo varias preguntas y lo llevó a plasmar su declaración por escrito para observarlo y comprometerlo.

También declaró que en su primera versión Sánchez Asencio nunca mencionó el nombre de la otra persona que estuvo en la residencia en Guaynabo y a quien le adjudicó la muerte de la familia. Solo mencionó que tenía el rostro cubierto con un vinil negro.

En un turno sin objeciones de parte Cameron Gordon, el testigo señaló que en la segunda versión Sánchez Asencio aceptó que mató a los cuatro miembros de la familia.

La vista continúa mañana con los últimos dos testigos del Ministerio Público.