El juez Enrique Silva Avilés, del Tribunal de San Juan, encontró causa para juicio contra Dinorah Figueroa Torres, quien supuestamente agredió y luego arrolló a un hombre en el casco de Río Piedras el pasado 19 de julio.

La lectura de acusación se celebrará el 17 de septiembre, mientras que el inicio del juicio quedó pautado para el 10 de octubre.

Figueroa Torres enfrenta un cargo de tentativa de asesinato, dos cargos de maltrato de menores y dos violaciones a la Ley de Armas.

También encara cargos menos graves de agresión y una violación a la Ley de Tránsito. Por tratarse de delitos menos graves, estos cargos pasaron directamente a la etapa de juicio.

El fiscal Jorge Carrión Ramos, solo sentó a declarar a dos testigos: José Cruz Pagán, la alegada víctima, y Juan de Jesús Martínez, quien se encontraba en el Paseo de Diego cuando ocurrió el incidente.

Cruz Pagán declaró que la mañana del 19 de julio acudió con sus dos hijos, menores de edad, al Paseo de Diego para aprovechar la venta sin pago del IVU que se celebró con motivo del regreso a clases cuando se topó con la imputada, que estaba en un carro pequeño color gris oscuro.

"Estoy escuchando a esa persona gritando palabras soeces", apuntó el coordinador de actividades del Municipio de San Juan.

Ante la situación, el hombre pidió a la mujer "que dejara de hablar malo" en presencia de menores.

"Ella como que se alineó más abajo y se bajó armada, con un bastón de seguridad del vehículo", afirmó.

El hombre le pidió que se calmara y empujó a su hija hacia una tienda cercana para evitar que la golpearan. La mujer, según dijo, le tiró en dos ocasiones con el bastón alcanzándolo en el pecho.

"Le di un puño de izquierda en la cara yo a ella porque ya sabía que tenía que defenderme. Ella cayó al piso", indicó.

Contó que entonces de Jesús Martínez llegó a mediar en la situación, mientras él se alejó con sus dos hijos.

Un poco más abajo cuando estaba llegando a una esquina volvió a divisar el carro de Figueroa Torres.

"Cuando me di cuenta que me iba a embestir ahí tiré a mi hija para que no me la embistiera conmigo", señaló Cruz Pagán, quien todavía se mueve en sillón de ruedas.

Como resultado del accidente, el fémur de su pierna derecha se quebró en dos partes. Ahora tiene una varilla que le cruza el fémur y un tornillo en la rodilla.

De Jesús Martínez, por su parte, declaró que intervino en la situación para calmar a la mujer, quien en medio del forcejeo lo mordió en la mano.

"Ella estaba botando sangre por la boca y yo le estaba diciendo que estaba tratando de evitar que ese señor la volviera a golpear", indicó.

También señaló que luego vio a imputada partir en su vehículo y posteriormente se percató del accidente.

Apuntó que intervino nuevamente. En esta ocasión colocó el carro de la mujer en el cambio de estacionamiento al notar que seguía moviéndose.

En el contrainterrogatorio, el abogado por designación de oficio Carlos Viñas Martín trató de plantear que el hombre cruzaba la calle cuando le mujer lo atropelló sin querer.

También insistió en una línea de preguntas para resaltar que Cruz Pagán provocó a la mujer que se encontraba en su vehículo.

Mientras Figueroa Torres exhibió un comportamiento errático. Al inicial la vista pidió a un alguacil cambiar de abogado porque no le gustaba su representación legal. También lloró y sollozó durante la audiencia. Hizo puños con las manos y en ocasiones se agarró el corazón al mirar a sus familiares en sala.

No prestó atención a los testimonios y en momentos habló tan duro que el alguacil y su abogado tuvieron que pedirle que bajara la voz.

Cuando el juez Silva Avilés anunciaba su decisión levantó la mano como hacen los estudiantes en la escuela para pedir permiso para hablar.

La mujer, de 38 años, estaba bajo tratamiento y supervisión del siquiatra del Estado, Rafael Cabrera, al momento de cometer los alegados hechos. Había sido declarada inimputable por otro caso.

Una persona es declarada inimputable cuando un perito determina que no entendía sus actos al momento cometer los delitos imputados en su contra.

En el presente caso, el juez Silva Avilés la refirió a una evaluación psiquiátrica por petición de su abogado, pero Cabrera determinó que se encuentra procesable, que significa que entiende el proceso en su contra y puede colaborar en su defensa.