La jueza Sylvia Díaz Solla, del Tribunal de Bayamón, encontró hoy, martes, causa para juicio contra Manuel Fontánez Báez por un cargo de tentativa de asesinato.

Al hombre se le imputa arrollar a su compañera frente a la casa donde la pareja residía, en el barrio Campanillas de Toa Baja.

Solla Díaz tomó la determinación luego de escuchar el testimonio de la mujer de 33 años, así como del agente que custodió el área donde ocurrió el suceso, la madrugada del 22 de marzo pasado.

Otro caso lamentable de violencia de género se sucitó en Hatillo. Lea aquí

Al escuchar la determinación de la magistrada, el licenciado Edwin Barreto Tubéns, de la Sociedad para la Asistencia Legal, solicitó mediante reconsideración que de encontrar causa Díaz Solla determinara causa por un artículo 3.2 de Maltrato Agravado de la Ley 54 de Violencia Doméstica.

Apuntó que la fiscal María del Rosario Rossy Caballero no había presentado evidencia de la causa ajena a la voluntad del imputado, que impidió que consumara el alegado delito original.

Señaló también que el incidente alegado estaba enmarcado en una relación de pareja y que debía aplicarse el principio de especialidad de la Ley de Violencia Doméstica y no el Código Penal.

La fiscal, por su parte, replicó que correspondía el cargo bajo el Código Penal y que al hombre se le imputaba la tentativa de asesinato en la modalidad E del asesinato, que se refiere a toda muerte donde la víctima es una mujer y donde haya mediado una relación de pareja entre la víctima y el alegado agresor.

Díaz Solla reiteró su determinación y argumentó que la causa ajena a la voluntad que había impedido que el delito se consumara era la asistencia médica que recibió la mujer.

"Él sigue hacia adelante. Cuando le tira el carro encima, ella grita y lo mira a la cara, pero él sigue para encima de ella. Él lleva velocidad y no da reversa", apuntó la togada.

Ante el planteamiento de la jueza, el licenciado insistió sin éxito en que la jueza apoyaba su determinación en causas ajenas a la jurisprudencia y a la doctrina legal vigente.

Así las cosas, Díaz Solla fijó la fecha de lectura de acusación para el 19 de mayo y el juicio para el 18 de junio.

El testimonio de la víctima

Durante su testimonio, la alegada víctima, que utiliza un sillón de ruedas porque tiene dificultades para caminar tras el incidente con su pareja de cinco años, narró que la mañana del 21 de marzo peleó con Fontánez Báez, quien se había levantado de mal humor.

"Él tenía la costumbre de alzarme la voz", apuntó.

Explicó, a preguntas de la fiscal Rossy Caballero, que el hombre le pidió salir ese día para relajarse y que decidieron ir a la playa.

Relató que comieron sándwiches de pernil en una panadería y que luego visitaron una playa en Arecibo, cuyo nombre no especificó, donde se tomaron fotografías y en un momento se besaron.

Durante la estancia en la playa de Arecibo, la mujer reveló al hombre que "estaba cansada" y que deseaba terminar la relación.

"Se quedó con la cara montá", indicó.

De Arecibo, la pareja se trasladó a otra playa en Vega Baja, donde la mujer pudo darse un chapuzón y de regreso a la casa que compartían -la madrugada del 22 de marzo- ocurrió el incidente, donde su pareja alegadamente trató de matarla arrollándola con su Toyota Corolla color champagne.

La mujer contó que el imputado sacaba la ropa mojada del baúl del carro cuando ella decidió salir del vehículo. Cuando pasó frente al carro se percató que Fontánez Baéz se había montado en el Corolla y lo había prendido.

"Le decía que parara porque le estaba dando para el frente. Él no paraba. Siguió dando pa'lante y pa'lante y me llevó hasta la casa de mi vecina. Ahí aceleró", apuntó la mujer. "Cuando aceleró las piernas se me debilitaron, ahí caí debajo del carro", agregó.

Agregó que luego de pasarle el vehículo por encima, su pareja abandonó el lugar. Poco después los vecinos se percataron de la situación y llamaron a la Policía.

Como resultado del accidente, la mujer sufrió sangrado en su hígado y los pulmones. También sufrió una fractura en el antebrazo izquierdo y daños en sus caderas, que la obligan a caminar con dificultad.

En el contrainterrogatorio del abogado defensor, la mujer aceptó que en su declaración jurada describió la pelea ocurrida la mañana del 21 de marzo como "un percance".

También señaló que su pareja nunca la agredió, ni le habló malo.

Reconoció que previo al incidente de la madrugada compartió con su pareja y que éste la complació en sus peticiones de comida y de ir a la playa.

La testigo tampoco pudo explicar qué ocurrió entre las 8:00 p.m., cuando salieron de la playa de Vega Baja, y las 2:00 a.m., cuando asegura ocurrió la agresión con el carro.