Semanalmente un niño puertorriqueño es ingresado al Hospital Pediátrico Universitario, en el Centro Médico de Río Piedras, con quemaduras graves que recibió de forma accidental durante algún incidente en su hogar.

¿Alarmante, verdad? Pues, sepa que en un periodo de cuatro años  casi 600 chiquillos han sido ingresados al centro hospitalario por quemaduras de gran envergadura, en su mayoría ocurridas por derramamientos de líquidos calientes o por entrar en contacto con objetos encendidos en hechos suscitados en sus casas.

Así lo dio a conocer  Bonnie Guzmán, presidenta de  Fundación A-Mar, organización sin fines de lucro que desde el 2009 ayuda con apoyo clínico y psicológico a familias de niños quemados.

“Es bien triste y las estadísticas son mucho más altas pues estamos hablando de una sola institución hospitalaria... pero es la realidad en la Isla y en  la mayoría de los casos se trata de situaciones que pasan por un descuido de un par de segundos”, expresó Guzmán al detallar que gran parte de los incidentes ocurre entre menores de uno y 11 años.

De hecho, ayer se dieron a conocer sendos casos de quemaduras en niños que levantan bandera sobre el tema.

El primero de los hechos fue el de una menor de un año y cinco meses, en Ponce, que  se quemó al derramarse sobre su cuerpo un plato de sopa. La niña sufrió quemaduras de segundo grado en el rostro y el pecho.

El otro caso ocurrió en Río Grande, cuando un nene de cinco años utilizó un encendedor cerca de una planta seca que se prendió en llamas y alcanzó la ropa de otro infante de tres años, quien resultó con quemaduras en todo su cuerpo. 

Ambos niños se encuentran  recluidos en el Centro Médico.

“La prevención es el esfuerzo principal para evitar situaciones como la de estos niños y, aunque suene fuerte, ocurren por descuido de los padres o tutores”, manifestó Guzmán.

Agregó que muchos de los accidentes ocurren en la cocina, por lo que se sugiere que los menores siempre deben estar acompañados en esta área del hogar. Otra recomendación es nunca sostener a un nene mientra se cocina, alimenta o consume alimentos. Además, el microondas  no se debe utilizar para calentar biberones.

Otro error común, según el jefe del Cuerpo de Bomberos, Ángel Crespo, es dejar al alcance de los menores objetos calientes encendidos como planchas y ollas. También se han  presentado muchos casos de niños utilizando artefactos con flama abierta como son los fósforos o lighters. En los adolescentes son recurrentes las quemaduras con mufflers de motoras.

“Ahora en verano se ven muchos casos de quemaduras en tareas recreativas como las barbacoas o fogatas”, expresó el funcionario, cuya agencia se unió a Fundación  A-Mar a fines de brindar orientación a la comunidad.

“Un segundo que dejemos desatendidos a los niños es el inicio de estos sucesos que marcan para toda la vida al menor y a sus familiares”, agregó Crespo.

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