Pese a haber recibido tres informes positivos sobre la mucama Lisette Cotto Casanova, la jueza María Inés Cartagena aplazó por tercera ocasión el pronunciamiento de la sentencia contra la mujer, quien se declaró culpable de matar a una compañera de trabajo en un hotel de Río Grande, en marzo del año pasado.

La togada accedió este miércoles a la petición de la fiscal Karina Murati Ferrer de otros 30 días para que un perito seleccionado por el Ministerio Público evalúe los informes sometidos por la sicóloga María del Mar Torres y la siquiatra María A. Rodir Cuadrado, quienes evaluaron a la acusada, más el informe pre sentencia preparado por la técnica socio penal Manuela Carrión Quiñones.

Las tres profesionales declararon este miércoles, en sala y todas coincidieron en que Cotto Casanova no representa un peligro para ella ni para la sociedad y que exhibe potencial de rehabilitación.

Durante la mañana, ocupó la silla de los testigos la sicóloga Torres, quien evaluó a la acusada el pasado 17 de enero y 20 de febrero. Según la galena, de su evaluación de conductas previas se desprende que Cotto Casanova ha protagonizado varios incidentes con su esposo en los que “se sentía frustrada y lo ha empujado” y enfrentó un altercado con una vecina por un asunto de tránsito.

Dijo que, tras someterla a una entrevista y varios exámenes, concluyó que Cotto Casanova presentaba “un riesgo de bajo a moderado” de incurrir nuevamente en una conducta violenta.

 “Ella tiene que aprender a expresar sus emociones adecuadamente… Tendría que entrar en un tratamiento para manejar esas emociones y evitar este tipo de situación”, expresó la sicóloga.

Cotto Casanova se declaró culpable de asesinato atenuado por la muerte de Elia Arizmendi Cantero ocurrida en medio de una pelea entre ambas, el 23 de marzo de 2012, en una habitación del hotel Río Mar Beach Resort en Río Grande.

Según ha trascendido, la victimaria había sido, a su vez, víctima de un patrón de maltrato por parte de Arizmendi Cantero.

Jueza se retracta

Luego de permitirle evaluar las declaraciones juradas suscritas por la acusada y por el agente investigador del caso, la jueza le preguntó a Torres si el contenido de los documentos cambiaría sus conclusiones respecto a la acusada.

Torres respondió que elevaría a “moderado” el riesgo de que la mujer incurra en un nuevo episodio violento.

Previo a la respuesta, Cartagena había señalado que las declaraciones juradas hacen supuesta referencia a que, en medio de la trifulca, “la víctima le pide perdón (a Cotto Casanova) y le solicita que no la matara”.

Dicha expresión fue repetida posteriormente por la fiscal, lo que provocó la objeción de la abogada de defensa, Nélida Negrón.

Tras evaluar ambas declaraciones juradas, la jueza aclaró que, según el oficial investigador, la víctima le pedía a la acusada que no le diera más.

En su turno, la siquiatra sostuvo que evaluó a Cotto Casanova el 31 de mayo y el 11 y 13 de junio pasado. De su examen, concluyó que la mujer se encuentra en un nivel alto de depresión y tensión, y que atraviesa una ansiedad severa, por lo que decidió medicarla.

Según Rodir Cuadrado, la mujer le dijo haber reaccionado de manera agresiva el día de los hechos pues era víctima de acoso moral en el trabajo.

La jueza le señaló a la galena que las declaraciones juradas narran hechos que “no son tan cónsonos” con lo expresado por la mujer durante la evaluación siquiátrica. Se refería a que Cotto Casanova nunca le relató que la víctima le pidió perdón y, a pesar de ello, la siguió agrediendo.

Luego de leer las declaraciones juradas, la siquiatra afirmó que sostiene su conclusión de que la mujer no representa un riesgo y su recomendación de que sea sometida a sicoterapia.

A juicio de la siquiatra, las versiones de los hechos que ella recibió y las que están plasmadas en los documentos son bastante similares. Afirmó, además, que la acusada atravesó por un período de “amnesia disociativa” que le impide recordar detalles específicos del crimen.

Ante la inconformidad de la fiscal en cuanto a los informes, la jueza concedió los 30 días solicitados para que un perito evalúe los documentos. Y pautó la nueva lectura de sentencia para el 22 de agosto próximo.

A su salida de sala, el esposo de la víctima mortal, Carlos Benítez, dijo estar tranquilo y preparado para la determinación que en su día tome la jueza.

“La justicia va a ser la divina. Aquí los hechos ocurrieron. Yo no tengo a mi esposa, mis hijos no tienen a su madre por una persona que hizo unos actos que no tenía que hacer”, expresó.

Mientras, Cotto Casanova salió acompañada de varios familiares y sin emitir comentarios.