Randy Charriez Rolón, acusado por transportar a un menor de entre ocho y diez años, al que se alega agredió sexualmente y grabó los actos, tendrá su primer día de juicio hoy, jueves, ante la jueza presidenta del Tribunal Federal en Puerto Rico, Aida M. Delgado Colón.

El sujeto, de 30 años, fue arrestado el 10 de marzo de 2014 y desde entonces está sumariado, al no concedérsele libertad bajo fianza.

Hoy comenzará el proceso de la selección del jurado que evaluará la prueba contra el residente de Toa Alta, representado por el abogado Miguel Rodríguez Robles. El fiscal del caso es Marshal D. Morgan, quien adelantó que la prueba incluye 13 testigos de cargo.

De ser encontrado culpable, se expone a una pena mínima de 15 años de cárcel, porque la víctima es menor de 14 años.

Según la acusación, el exguardia de seguridad estaba desempleado cuando la División de Delitos Sexuales de la Policía de Puerto Rico de Bayamón informó a agentes de la Oficina de Seguridad Interna del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE-HSI) sobre una querella contra el hoy acusado, quien se alegaba era vecino del menor. La denuncia en su contra detalla que llevaba al menor de la escuela a un parque cercano en Toa Alta y al estacionamiento de una piscina para sostener actos de conducta sexual bajo amenaza.

Al entrevistar al menor, éste alegó que los actos comenzaron cuando tenía ocho años y que Charriez Rolón lo llevaba en su guagua Suzuki, color gris, al parque y al estacionamiento a sodomizarlo y le tomaba fotos y vídeos mientras cometía el acto.

El niño, ahora de 11 años, relató que un día fue a la casa de Charriez Rolón y llegaron los amigos del hoy acusado. Estos, según se alega, le pegaron con una correa, mientras el acusado procedió a agredirlo sexualmente. El acto supuestamente también fue grabado.

En otra ocasión, Charriez Rolón le mostró películas pornográficas y le decía que le compraría cosas a cambio de poder cometer los actos sexualmente explícitos. En otro momento, se alega que le apuntó con un arma y le dijo que lo mataría si no dejaba que lo tocara.

Los agentes también entrevistaron a la hermana del presunto perjudicado, de 15 años, quien confirmó que Charriez Rolón le regalaba videojuegos, ropa, zapatos, relojes y gafas a su hermano.

Charriez Rolón, quien residía en el barrio Quebrada Cruz de Toa Alta, admitió a los agentes federales que había transportado al menor y a sus hermanos a la escuela, porque la madre le pagaba entre $5 y $8 por buscarlos. Dijo que fue víctima de abuso sexual cuando tenía entre seis y ocho años, y que le gusta bajar pornografía infantil de menores entre los 12 y 14 años.

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