El capitán Luis E. Díaz Muñoz, fue relevado de su posición esta semana como director de la División de Arrestos Especiales y Extradiciones mientras concluyen dos investigaciones por hostigamiento sexual y laboral radicadas en su contra por agentes a los que supervisaba.

La querella de hostigamiento sexual con un crudo relato fue radicada hace un año y dos meses en la Superintendencia Auxiliar de Responsabilidad Profesional (SARP) y por razones desconocidas la pesquisa no siguió su curso quedando engavetada mientras el oficial ascendió sin problemas en dos ocasiones a los rangos de teniente I y capitán.

El reglamento de la Policía establece que ningún oficial podrá ascender si tiene investigaciones administrativas en curso.

Este medio obtuvo la copia del documento radicado en la SARP el 9 de abril del 2015 y de otra querella presentada el 10 de abril en la Oficina de la Procuradora de las Mujeres (OPM).

La información salió a relucir luego de que la OPM anunciara hace dos semanas la firma de un acuerdo colaborativo con la Policía para que las agentes puedan radicar las querellas por hostigamiento sexual, acoso sexual y violencia doméstica, entre otras, directamente a la SARP para evitar represalias de parte de supervisores.

El asesor de cumplimiento técnico de la Reforma Sostenible de la Policía, Arnaldo Claudio, se reunió el pasado viernes con la querellante de hostigamiento sexual, que es representada por el Frente Unido de Policías (FUPO) e inició una investigación a fondo sobre las denuncias de irregularidades en el proceso, confirmó Diego Figueroa, el líder del gremio.

Éste anticipó que Claudio radicaría un informe en el que le detallará al juez del Tribunal Federal para el Distrito de Puerto Rico, Gustavo Gelpí, su preocupación por la presunta inacción de la Uniformada.

El presidente de FUPO, indicó a su vez que Claudio le entregaría copia del informe a la directora de la Oficina de la Reforma de la Policía, coronel Clementina Vega y al Departamento de Justicia Federal.

“Aquí hay violaciones a las leyes federales de hostigamiento sexual y de hostigamiento laboral y esas son cosas graves. Ellos tienen derecho a presentar demandas por todo ese manejo malísimo de parte de la Policía”, advirtió Figueroa.

El funcionario dijo que intentó comunicarse sin éxito con el coronel Francisco Rodríguez jefe del SARP para informarle lo sucedido, “porque tenemos dudas de la transparencia de la estructura de la superintendencia, no del coronel, fundamentadas en otros casos de mujeres policías donde hubo mal manejo”.

Según la querellante, el patrón de hostigamiento sexual comenzó el primer día de trabajo, para la fecha del 22 de abril en el 2014 cuando fue trasladada de la escolta del superintendente a la división de Arrestos Especiales y Extradiciones. Explicó que mientras rendía servicio, el capitán supuestamente se le acercó y con su mano le rozó desde el hombro hasta el codo mientras le dedía: “el placer fue mío, bienvenida”.

La agente detalló que, en varias ocasiones, el oficial le tocó las manos, también lo escuchó diciéndole a alguien por teléfono que ella estaba “bien rica”, entre otros incidentes. Según la querella cuando la fémina le advirtió a su supervisor que se sentía hostigada con su conducta éste se justificó diciendo que era muy sociable.

El caso de hostigamiento laboral fue radicado por el agente José A. Maldonado Calderón quien alegó que su supervisor presuntamente discriminó contra él por una condición que le impide hablar con fluidez y que se burlaba de él haciendo comentarios altamente ofensivos constantemente.

El agente había solicitado su traslado a varios oficiales de la Superintendencia Auxiliar de Investigación Criminal (SAIC), sin éxito, hasta que se querelló el 18 de mayo.

El capitán Díaz Muñoz, que es representado por la Corporación Organizada de Policías y Seguridad (COPS) se acogió a una licencia de vacaciones y cuando regrese sería asignado a otras funciones dentro del SAIC.

Figueroa, por su parte, reiteró que le corresponde a la Policía investigar por qué no se le dio curso a la investigación de hostigamiento sexual.