Las autoridades arrestaron anoche a dos hombres y a una mujer en los predios del residencial Jardines de Monte Hatillo, en Río Piedras, a quienes les ocuparon armas ilegales, cargadores y balas. 

La intervención fue realizada por agentes adscritos al Negociado de Patrullas de Carreteras, quienes detuvieron el vehículo en el que viajaban los sospechosos por infracciones a la Ley de Tránsito y les ocuparon tres pistolas, dos de ellas de la marca Glock, una de calibre 9 milímetros y otra de calibre.40, y una marca Rugger de calibre .40.

Además, les ocuparon siete cargadores, más de 100 balas de distintos calibres y una cantidad indeterminada de dinero en efectivo.

Los detenidos, que son residentes de Trujillo Alto, no poseen licencia para portar armas de fuego, informó la Policía. 

Al momento, las autoridades no han ofrecido la descripción del vehículo ni detalles sobre posibles antecedentes penales de los detenidos.

El caso era consultado con agentes federales para determinar si asumen la jurisdicción de la pesquisa y la custodia de los detenidos. 

Durante esta semana, la violencia se recrudeció en esa comunidad, a pesar de que está ocupado por la Policía desde el 4 de septiembre a raíz de varias balaceras de fuego cruzado entre este complejo de viviendas y Berwind, en Río Piedras. 

Este lunes por la tarde se reportó el segundo asesinato desde que la Policía mantiene un plan de vigilancia para reducir la incidencia de violencia en ese caserío. 

El cadáver baleado de Michael Junior Sánchez García, de 27 años, conocido por los apodos de Siete y Bolillo, quien era vecino de la urbanización Levittown, en Toa Baja, fue localizado por patrulleros en el patio del edificio 35 del residencial. 

El 19 de octubre, Víctor A. Torres Aponte, de 19 años, fue asesinado en la cancha de baloncesto del residencial, donde días antes se había llevado a cabo una actividad de confraternización entre esa comunidad con la Policía. Las autoridades alegaron que el occiso era sospechoso de varios asesinatos en el sector.

Además, este jueves, a las 11:48 p.m., se investigó una querella sobre un grupo de encapuchados, quienes caminaron desde el residencial Berwind hasta los edificios 36 y 37 del residencial Jardines de Monte Hatillo en actitud sospechosa. La Policía informó que tras intervenir con ellos, se confirmó que no estaban armados y que supuestamente lo que reclamaban era volver a ocupar sus apartamentos tras haber sido desalojados por delincuentes. 

En contraste con estos incidentes, ayer, viernes, los agentes Ángel Ortega y Carlos Figueroa, junto con el sargento Pedro García, todos adscritos a la Unidad Canina y destacados en el plan de vigilancia del caserío, acudieron al gimnasio del residencial con los perros entrenados Foxy y Dac para llevarle a la comunidad y a los jóvenes deportistas un mensaje positivo. A su vez, los manejadores les permitieron interactuar con los animales, según un comunicado prensa difundido por la Policía.