La División de Drogas del área de Aguadilla diligenció esta madrugada tres órdenes de allanamiento en residencias de Isabela, Aguada y Moca que alegan son utilizadas por miembros de una pandilla criminal a la que le ocuparon siete armas de fuego, miles de balas y sustancias controladas.

El capitán Marcos Martínez explicó que los allanamientos son producto de una investigación realizada por agentes de su sección de Inteligencia Criminal, quienes documentaron mediante grabaciones las actividades criminales del grupo, dedicado al tráfico de drogas y de armas principalmente en Isabela.

Según el directivo de la División de Drogas del área de Aguadilla, esta pandilla se encuentra en guerra hace alrededor de tres años con varios grupos rivales por el control de unos 12 puntos de venta de sustancias controladas que operan en Isabela.

“Nuestra División ha estado impactando estas organizaciones para evitar que haya una masacre. Sabemos que este grupo ha extendido sus operaciones a los pueblos de Aguada y Moca”, aseveró Martínez en entrevista con este medio.

Entre los arrestados figura un joven identificado por la Policía como líder de la organización criminal, conocido por el mote de “Kikito 300”.

José Barreto Concepción, de 26 años, se encontraba en libertad condicional con un grillete electrónico tras ser acusado junto a otros cuatro individuos por el crimen de Kenneth Hernández Vargas, de 35 años, ocurrido el 24 de enero del año 2014, en el barrio Borínquen de Aguadilla. El caso se encuentra en etapa de juicio.

En la residencia con control de acceso donde se arrestó a Kikito 300, los agentes estatales ocuparon dos onzas de cocaína, nueve bolsitas con marihuana, tres balas calibre 9 milímetros y $1,465 en efectivo. En ese lugar se arrestó también a la esposa de Barreto Concepción, quien, según Martínez, tenía pleno conocimiento de las actividades delictivas en las que participaba su marido.

“Es una urbanización de control de acceso donde él (Barreto Concepción) le daba a sus clientes el número de código con dos propósitos: para que la Policía no tuviera acceso y para su seguridad, para evitar que entraran a matarlo”, manifestó Martínez.

Un segundo allanamiento, a cargo de la misma división antidroga, se efectuó en una vivienda del barrio Piedras Blancas de Aguada. Allí se arrestó a un hombre de 32 años, descrito por Martínez como el armero clandestino de la organización de “Kikito 300”. El sujeto no posee expediente criminal y tenía licencia de armas.

“Era el armero del grupo de Kikito. Nosotros lo tenemos grabado supliéndole las armas, en reuniones en varias propiedades abandonadas en el pueblo de Isabela”, subrayó Martínez.

El individuo fue arrestado junto a su esposa, quien también, de acuerdo con la Policía, lo acompañaba en transacciones ilegales.

 En la vivienda en Aguada se ocuparon siete armas de fuego, incluyendo cuatro pistolas marca Glock de diferentes calibres. Una de las armas es ilegal y estaba modificada para disparar como automática.

Además, se ocupó un rifle de calibre 22, una escopeta calibre 12 y un rifle AR-15 montado con piezas adquiridas por internet y modificado también para que dispare como automática.

También se ocuparon 1,174 balas de diferentes calibres, piezas y aditamentos de armas de fuego y $3,198 en efectivo, precisó Martínez.

La agencia federal de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés), asumiría la jurisdicción en el caso del armero.

De otra parte, en el barrio Aceituna de Moca los agentes antidrogas arrestaron a un joven de 26 años, tras ocuparle dos cargadores para pistola con siete balas de calibre .40 y le confiscaron un vehículo de motor.

Este individuo, indicó Martínez, era uno de los alegados distribuidores de material de contrabando de la pandilla de “Kikito 300”.

Estos casos serán consultados con el fiscal de turno para la radicación de los cargos correspondientes próximamente.