El coronel Antonio López, director del Negociado de Investigaciones Criminales de la Policía, proclamó esta mañana que muy pronto las autoridades presentarán cargos criminales por la matanza que el viernes en la madrugada cobró tres vidas en el sector Los Pérez, del barrio Sonadora, en Aguas Buenas.

“Ese caso lo vamos a radicar. Estamos investigando. No está difícil”, sentenció López al hacer un recuento del progreso de las pesquisas sobre varios asesinatos cometidos durante el fin de semana.

En la masacre, la tercera del año, fueron asesinados Jorge A. Guerra Carrillo, alias Alex Tempo; Víctor Ahmed Rodríguez Castro, de 22 años e hijo de una mujer policía; y su pareja Nadwiska Vega Malavé, de 21.

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A juicio de López, el asesino se encontraba con el grupo y los tomó por sorpresa.

“Si te fijas, uno tenía sus partes (íntimas) por fuera”, dijo López al indicar que posiblemente lo sorprendieron mientras orinaba a orillas de la carretera. “El que andaba con ellos fue el que los mató. Son tiros de contacto y hay anillos de pólvora en la nuca o en la sien. Cuando la muchacha se da cuenta sale corriendo hacia un talud y le disparan”, dijo López al destacar que ninguna de las víctimas presentaba heridas de defensa.

El oficial precisó que la pareja vivía en el sector Estancias del Sol, en Río Grande, pero que se mudaron al área de Santurce “huyendo” de la actividad criminal en el lugar. Lo que sigue siendo una incógnita para la Policía es cómo conocen a Guerra Carrillo, identificado por la Uniformada como participante en una guerra de narcotraficantes de Guaynabo y quien está fichado por casos de Ley de Armas de 2012 y 2014. A su lado se ocupó una pistola Smith & Wesson.

Tras la ejecución, el vehículo propiedad de Rodríguez Castro, un Toyota Camry, fue movido al área del sector Minillas, también en Aguas Buenas. Ese vehículo será examinado para huellas y cómo recurso para identificar a la persona que sacó el auto de la escena.

Entretanto, al repasar el saldo de 11 asesinatos entre la madrugada del viernes y la tarde del domingo, López indicó que por lo pronto se ha descartado el móvil del narcotráfico en dos de los incidentes. En un tercer caso, el hallazgo de un cadáver envuelto en un toldo y con disparos en el rostro en el área de la barriada Hill Brothers, de San Juan, el móvil no ha sido definido.

Los dos casos en que no se ha vinculado el narcotráfico como móvil de los asesinatos ocurrieron en Cidra y Aguas Buenas.

Según dijo López, en la escena donde mataron a tiros a Héctor J. Cotto Laboy en el barrio Beatriz, de Cidra, uno de los sicarios, supuestamente, exclamó: “Ese no es”.

Cotto Laboy, de 24 años, fue baleado a eso de las 3:15 a.m. del domingo mientras compartía con amistades frente a un negocio ambulante en la carretera PR-1. La víctima no tenía récord criminal y era vecino de las Parcelas Jurado, en Caguas.

En este incidente resultaron heridos Noel Padilla Medina, de 33 años, quien presentaba heridas de bala en las piernas; Juan G. Burgos Pérez, de 21 años, quien recibió disparos en el brazo izquierdo, muslo derecho y muslo izquierdo; Omayra Montes Burgos, de 43 años, que recibió un disparo en el talón derecho; y Xiomara Díaz Burgos, de 18 años, quien resultó herida en ambos muslos. Todos son vecinos de Cidra.

Tiros por la espalda en el triple asesinato de Aguas Buenas

El otro caso de asesinato del fin de semana en que se entiende no medió una disputa por narcotráfico ocurrió a las 2:50 a.m. del mismo domingo cuando Yadiel Resto Ayala, de 37 años; fue baleado por ocupantes de un vehículo en marcha mientras cabalgaba a caballo junto a un amigo en la carretera PR-173, de Aguas Buenas.

Según informó la Policía, ambos individuos eran escoltados por un vehículo de motor en el que viajaba un pariente del jinete que resultó ileso. La teoría de los investigadores apunta a que una discusión ocurrida minutos antes en un negocio de tripletas, en el que estuvo presente Resto Ayala, pudo haber sido el detonante del asesinato.

Las tres víctimas de la masacre de Aguas Buenas ya fueron identificadas

La víctima no tenía récord delictivo.

Dos casos de asesinato que López sí vinculó al narcotráfico fueron las muertes de dos hombres ejecutados el domingo en la mañana en Cataño y cuyos cuerpos fueron lanzados al área de la playa en la carretera PR-165, jurisdicción de Dorado.

La Policía identificó a las víctimas como Edwin Cintrón Centeno y Jason Casiano Cruz, de 22 y 33 años, respectivamente.

Cintrón Centeno tenía récord criminal por violaciones a la Ley de Armas, y Casiano Cruz estaba fichado por robo, violencia doméstica y vehículo hurtado. Ambos eran vecinos de la urbanización Las Vegas, en Cataño, y según la Policía fueron ejecutados en el residencial Las Palmas. El vehículo en que viajaban, una guagua Toyota 4Runner, fue ocupada en Vega Alta.

En la escena de Las Palmas se ocuparon 23 casquillos calibre .40, 33 casquillos de 9 milímetros, unos espejuelos, sangre en el suelo y en un muro.

Según López, una “deuda de dinero” desembocó en la muerte de los dos hombres. No dio más detalles.

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