Mayagüez. No fue por coraje: ya había planificado matarlo.

Richard Soto Vélez, de 20 años, llevaba varias semanas compartiendo con el estilista y maquillista artístico Milton Medina Morales. Pero esa amistad terminó en tragedia el pasado lunes, ya que el propio Soto aceptó que ya pensaba en acabar con su vida cuando este fue a recogerlo en su residencia en el sector Los Flores, del barrio Casey Arriba, en Añasco.

El asesino confeso fue llevado anoche a la sala de investigaciones del Centro Judicial de Mayagüez para la radicación de cargos horas después de que les pidiera perdón a los familiares de la víctima por el horrendo crimen.

La fiscal Yanitza Negrón Rosado expidió boleta para que el agente Samuel Lugo, de la Unidad de Homicidios del CIC de Mayagüez, radicara denuncias contra Soto Vélez por los delitos de asesinato en primer grado con el agravante de crimen de odio, Ley de Armas y destrucción de evidencia.

El hombre fue llevado ante la jueza Linette Ortiz Martínez, quien encontró causa para su arresto por los tres delitos. Se le asignó una fianza de $2 millones, la que no pudo prestar, por lo que fue ingresado anoche mismo a la cárcel Las Cucharas, en Ponce.

“Le quiero decir (a los familiares) que le pido perdón por lo que ocurrió, que me perdonen, que estoy arrepentido por lo que ocurrió y espero que ellos puedan perdonarme”, fueron las únicas palabras que expresó el asesino confeso.

Miriam Medina, hermana de la víctima, dijo que como familia cristiana lo perdonan, pero que esperan justicia.

Por su parte, el teniente Joel González, director de Homicidios del CIC de Mayagüez, explicó que “en el 2011, cuando se vio el caso de violencia doméstica, un jurado lo absolvió; no obstante, en los récords de la Policía aparece como una persona agresiva, por lo que la investigación habrá de continuar”, aseguró al destacar que Soto Vélez dijo que asesinó a Milton a machetazos, fue en su vehículo a buscar gasolina a su residencia, regresó e incendió el cuerpo, para luego ir a unos ocho kilómetros de distancia a quemar el auto.

González explicó que “no hubo una pelea, no hubo discusión, aquí simplemente la emprendió con el machete”, provocándole heridas en la cabeza, los muslos, en el torso y algunas de defensa en las manos, que le provocaron la muerte a Milton.

El machete fue ocupado en un área del río Grande de Añasco en jurisdicción del barrio Espino y, cuando Soto Vélez fue arrestado en su residencia, todavía tenía puesta la ropa que usaba cuando ultimó a la víctima.

La vista preliminar fue fijada para el 20 de febrero.