Luego de tener el caso asignado por año y medio, el fiscal José Esteban Maldonado, de la División de Crimen Organizado del Departamento de Justica, asegura que la pesquisa en torno al asesinato de la corredora de bienes raíces María Echevarría Torres se ha "adelantado significativamente", pero rehúsa indicar si han identificado a sospechosos del asesinato, ocurrido el 16 de noviembre de 2009, en el interior de un automóvil en la carretera PR-797 en Caguas.

Este caso fue investigado inicialmente por el fiscal Néstor Acevedo y el entonces agente Luis Rodríguez, del Cuerpo de Investigaciones Criminales de Caguas, pero pasó a manos de Justicia a nivel central en noviembre de 2011.

Desde el inicio de la pesquisa se identificó a un policía asignado a la División de Drogas San Juan como persona de interés en el caso, pero al momento el Departamento de Justicia no revela cuáles son los alegados avances en la investigación.

El silencio se extiende hasta otras dependencias. La portavoz del Instituto de Ciencias Forenses (ICF), Patricia Vélez, dijo este jueves en la tarde que en el expediente del caso existe una nota de la fiscalía en que se ordena que no se revele ningún tipo de información sobre el caso.

Cuando se conmemora un año más de este asesinato, Echevarría Torres, entonces con 40 años y madre de dos varones, sacó $30,000 en efectivo de un banco y le dejó a su prima una nota con los contactos de un policía al que tenía que llamar si le pasaba algo. Ese policía trabajaba en Drogas San Juan y también tenía un trabajo a tiempo parcial dando seminarios sobre reparación de crédito.

No está claro cómo, pero según se desprende correos electrónicos y de una conversación que sostuvo la mujer con familiares, el policía conoció a Echevarría Torres y la convenció para que viajaran ambos a la ciudad de Orlando, Florida, para comprar una casa y luego revenderla.

 La Policía nunca encontró prueba de que se comparan los pasajes.

La última vez que la familia tuvo contacto con María fue el día de su muerte y por teléfono a las 6:00 p.m. A esa hora ella sólo sabía que tenía que buscar al policía, pero no tenía detalles del viaje como número de vuelo o línea aérea. Todo lo había dejado en manos del agente.

La Policía encontró en el celular de María evidencia de llamadas del agente hasta las 7:10 de la noche. Su cuerpo fue encontrado a las 11:00 p.m., dentro de su carro, frente a la empresa Avon en Caguas, con signos de estrangulamiento.

La cartera, ya vacía, fue encontrada el día después en un zafacón de una gasolinera cerca de la residencia del agente en el sector El Señorial en Río Piedras. Vídeos de seguridad de la gasolinera no sirvieron de mucho para la pesquisa.

Según la Policía, el agente terminó sus labores a las 4:00 p.m. del día del asesinato y se tiene información de que salió de su casa cerca de las 10:00 de la noche.

 "Se han hecho gestiones para obtener prueba científica y documental, se ha adelantado significativamente el caso", dijo en entrevista telefónica el fiscal Maldonado. "Te puedo adelantar, y tengo 20 años de fiscal, que por la naturaleza del caso fue acertada la decisión de traerlo a nivel central", agregó.

Maldonado no entró en detalles de por qué se saca el caso de la fiscalía de Caguas, pero se supo que una allegada al policía investigado dirigía para ese entonces la Sociedad para la Asistencia Legal en Caguas. La mujer fue entrevistada por agentes de Homicidios y en medio de esa visita de los policías a su casa en Carolina, el agente de Drogas San Juan sostuvo un agrio incidente con los investigadores.

A más de tres años del crimen, Maldonado no quiso contestar si el policía investigado es considerado sospechoso en el crimen.

"Estoy investigando este caso de manera amplia. A esta persona se le catalogó como sospechoso, pero el interés en el Departamento de Justicia es esclarecer este lamentable incidente y llevarlo ante las autoridades", dijo Maldonado, quien reconoció que ni él ni nadie bajo su supervisión ha entrevistado al policía, quien no es identificado por los investigadores.

Tampoco precisó por qué no se ha dado la entrevista.

¿Qué gestiones se han hecho en la investigación?, se le preguntó al recodarle que poco o nada ha trascendido públicamente sobre el avance del caso.

"El caso se ha seguido investigando desde que llegó aquí. Hemos adelantado sustancialmente. Se han tomado declaraciones juradas y se ha tomado prueba científica y documental", respondió al indicar, luego de mucha insistencia, que existen pruebas pendientes en el Instituto de Ciencias Forenses (ICF) relacionadas al caso.

Maldonado no quiso precisar qué tipo de prueba se trata y tampoco desde cuándo está en manos del ICF, que tiene una mordaza en el caso. Este medio supo que se envió al ICF la torre de la computadora que utilizaba Echevarría Torres en su trabajo.

"Pero te puedo decir que la experiencia con el ICF ha sido positiva", dijo Maldonado. "Entrar en asuntos específicos no es lo prudente", insistió.

¿Se enfocan en una dirección que no sea la figura del policía?, se le preguntó.

"La investigación que hemos continuado nosotros sí tiene todo aquello que tiene que ver con ese oficial, pero no se limita a un nombre en particular. Es una investigación amplia", contestó.

Por disposición reglamentaria, entre las funciones que tiene el Negociado de Investigaciones Especiales, adscrito al Departamento de Justicia, es investigar criminalmente a miembros de la Policía.