Un comerciante fue asesinado a sangre fría y su esposa resultó herida de bala en el rostro en medio de un asalto reportado el sábado por la noche, en su negocio Son de la Loma, en el sector La Romana del barrio Montones I de Las Piedras. 

Un enmascarado armado irrumpió en el establecimiento a eso de las 10:12 p.m. para anunciar el asalto, durante el cual la esposa del comerciante se impresionó y entró en pánico. Su esposo intentó tranquilizarla, sin embargo, el ladrón le disparó a la mujer en el rostro y la mano izquierda. De inmediato, le disparó al propietario del negocio y lo remató, según los informes preliminares. 

Luego de apropiarse de una cantidad indeterminada de dinero que había en la caja registradora producto de las ventas del día, el pistolero le exigió a una de las clientas que le diera las llaves de su vehículo para escapar. 

Efraín Rivera Sánchez, de 63 años, vecino del lugar murió en la escena, mientras que su esposa, identificada como Gloria Marrero, también de 63 años, fue quien recibió una herida en el rostro con entrada y salida, y otra en la mano izquierda, fue hospitalizada en condición es estable. 

El delincuente huyó en una guagua marca Jeep Compass, del año 2013, color gris, propiedad de Marta Cruz Flores, la cual fue localizada horas después por patrulleros, cerca de la escena del crimen. 

El superintendente auxiliar de Investigación Criminal (SAIC), el coronel Francisco Rodríguez, indicó que impartió instrucciones para crear un grupo especial de trabajo con el personal de la División de Homicidios de Humacao, agentes de la División de Robos del área de Caguas, a los que se le unió una escuadra del Negociado Federal de Investigaciones (FBI), debido a que se cometió el hurto de una guagua a mano armada. 

El vehículo fue ocupado por el FBI para su análisis pericial. 

También se ocupó el equipo de las cámaras de seguridad del local, a pesar de que solo le funcionaba el monitor y supuestamente no grababa.

Los agentes tendrán también la encomienda de buscar aquellas personas con antecedentes penales por otros asaltos, para hallar pistas y establecer la identidad del asesino, comparando huellas y cualquier característica que lo conecte con el sospechoso, agregó Rodríguez.