Efraín "Bebo Orejas" Rivera Ramos le dijo a los agentes que lo arrestaron, a raíz del asesinato de un oficial de la Policía en 2014, que una vez más se saldría con la suya, porque sería declarado no procesable en los tribunales y lo dejarían ir.

Sin embargo, este viernes fue sentenciado por el juez federal Francisco A. Besosa a la pena máxima de 10 años de prisión por la posesión de un arma Glock modificada para disparar de manera automática.

Ya a nivel estatal, Rivera Ramos fue sentenciado a más de 250 años de prisión por otros casos, incluyendo 130 años por el asesinato del agente Joaquín Correa Ortega. La pena federal será para cumplir consecutivamente a las demás.

"No salgo a la calle más. Ya tengo una sentencia de 130 años y otra de 60 años, y otra que me dieron de 68 años. No tengo que decir más na", dijo el convicto de 24 años, durante su alocución en sala.

El fiscal Max Pérez Bouret y el abogado Roberto González llegaron a un acuerdo por el cual Rivera Ramos se declaró culpable el 1 de junio de 2015, con una sentencia recomendada de entre dos años y dos años y medio. 

En la vista, mientras el abogado del convicto indicó que este era un paciente de salud mental y con historial de abuso de marihuana, el fiscal planteó que Rivera Ramos fue arrestado al menos en cinco ocasiones y que cuando lo detuvieron alguaciles federales por cortarse el grillete electrónico que le habían impuesto, fue cuando lo encontraron con la pistola automática y 57 municiones. Agregó que ha tenido tres amonestaciones en el Centro de Detención Metropolitano (MDC, por sus siglas en inglés), en Guaynabo, por destruir propiedad y conducta inadecuada.

El juez manifestó que la sentencia sugerida por las partes "no refleja la seriedad de la ofensa", por lo que no estaba de acuerdo y le impuso la pena máxima por la posesión de un arma de fuego, a cumplirse consecutivamente con cualquier otra sentencia impuesta, y tres años de libertad supervisada.

"La mayoría de los cargos en su contra son por asesinato o tentativa de asesinato. No fue hasta que este caso se radicó a nivel federal y se destacó que era competente, que fue ajusticiado por el sistema de justicia local. Él tiene la capacidad de entender las consecuencias de sus actos. Por su historial, su patrón de crímenes serios y por no respetar las autoridades y las leyes, (le impongo la pena máxima)", expresó Besosa. 

En este caso, fueron coacusados Alexander "Coquí" Rosario de León y Jancarlos "Jan" Velázquez Vázquez, quienes también figuran como acusados por el asesinato por encargo del teniente Osvaldo Albarati en 2013, cuando salía de su trabajo en MDC.

Según la pesquisa, Rivera Ramos fue arrestado en marzo de 2014 en un apartamento en el residencial público Colinas de Magnolia, en Juncos, donde lo encontraron escondido debajo de la cama con el arma en cuestión en la mesa de noche. 

Rivera Ramos y Rosario de León fueron acusados en enero de 2015 a nivel estatal por el asesinato del agente Correa Ortega, quien junto a compañeros de la División de Información Criminal y Drogas en Humacao fueron en la noche del 10 de marzo de 2014 al barrio Pitahaya, del mencionado municipio, a investigar alegadas transacciones ilegales de armas. Al llegar, los hoy acusados comenzaron a disparar.

Correa Ortega, de 35 años y 17 en la Policía de Puerto Rico, falleció en el lugar. También murió uno de los pistoleros, Rafael Rodríguez Carrasquillo, y el agente Víctor M. Pérez Figueroa, de 52 años, resultó herido.