Confidencias recibidas por la Policía apuntan a que las balas detonadas anoche en el barrio Santa Rosa I, de Guaynabo, y que dejaron herida a una adolescente de 16 años, iban dirigidas a la humilde residencia y no se trató de un evento de disparos detonados al aire o al azar.

Incluso la Policía ya ha investigado el entorno familiar de la víctima para tener un cuadro claro de qué provocó la balacera y a quién iba dirigido el ataque, perpetrado desde un automóvil en marcha.

“Se está investigando si estaba dirigido (el atentado) a unas de las personas con fichas”, comentó el teniente Oscar Cordero, jefe de Homicidios en Bayamón.

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Por fichas se refiere a récord delictivo y trascendió que en el entorno de la joven herida, Yarelis Nicole Serrano Vargas, hay dos personas que han sido procesadas criminalmente. Una fue identificada por la Policía como su padrastro, José Báez Torres, fichado por robo y drogas, así como un allegado de la familia, Jonathan Rodríguez Berríos, quien está fichado por drogas.

Aunque cauteloso en sus expresiones, Cordero sólo dijo que la Policía tiene una teoría sobre a quién iba dirigido el atentado.

El miércoles en la noche, Rodríguez Berríos fue entrevistado por la Policía y confirmó que se encontraba en la residencia cuando desconocidos abrieron fuego con un rifle AK-47 y una pistola calibre .40. En la escena se ocuparon 30 casquillos y tres balas. Según su alegación, se preparaba para irse cuando surgieron los disparos.

Báez Torres, sin embargo, no se encontraba en la estructura, a donde se llega a través de una estrecha carretera.

La menor fue alcanzada por fragmentos de una bala en el lado izquierdo de la cabeza y se encuentra en el Centro Médico, de Río Piedras junto a su madre. Próximamente se contemplaba darle de alta.

Se espera que mañana, viernes, la progenitora de la menor sea entrevistada nuevamente sobre el incidente que por poco le cuesta la vida a una menor inocente.