Áurea Vázquez Rijos se contradijo en más de una ocasión mientras era contrainterrogada por el fiscal federal José Ruiz, en la continuación del juicio en su contra por la conspiración del asesinato por encargo en septiembre de 2005 de su esposo, el empresario canadiense Adam Anhang Uster.

El miércoles, Vázquez Rijos sorprendió cuando, a través de su abogada Lydia Lizarríbar, dijo que deseaba declarar, renunciando así a su derecho de permanecer en silencio.

La fiscalía federal aprovechó su decisión para confrontarla con su decisión de no venir a Puerto Rico ni cuando se procesó al asesino confeso de Anhang, Alex Pabón Colón, ni luego que se radicaran cargos en su contra, a pesar que sí realizó otros viajes. Cuestionó también por qué no fue hasta ahora, en este proceso judicial, que mostró una nota en la que Anhang asegura que le ama, si consideraba la misma tan relevante.

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Asimismo, el fiscal Ruiz la confrontó con una serie de documentos falsos que presentó mientras vivía en Italia, a donde fue a vivir luego del crimen de Anhang.

“Cuando usted estaba en Italia, que fue procesado Alex Pabón Colón, usted no viajó a Puerto Rico”, cuestionó Ruiz.

“No, ya tenía cinco meses de embarazo”, respondió Vázquez, explicando luego que ese embarazo de gemelas había sido uno complicado y que las niñas habían nacido prematuras.

“Eso fue en 2008, pero tampoco vino a Puerto Rico ni en 2010, ni en 2011, ni en 2012”, preguntó el fiscal, para luego cuestionar, por qué sí había viajado a las Islas Canarias en 2011 y luego a Madrid en 2012 (donde fue apresada).

Sobre la nota de amor presentada por Vázquez Rijos, en la que Anhang le escribió que le amaba y que se sentía bendecido de estar con ella, el fiscal cuestionó por qué no la presentó en el primer juicio por el asesinato (en 2007 contra Jonathan Román Rivera, quien primero fue hallado culpable y luego absuelto). Vázquez Rijos sí viajó entonces desde Italia a Puerto Rico para aquel proceso.

“¿Por qué no la presentó? ¿No fue lo suficientemente importante entonces?”, preguntó Ruiz.

“No la tenía. La tenían los abogados”, contestó la exreina de belleza, explicando que estaba entre los documentos que le dio a su madre a los abogados.

Antes, mientras el fiscal Ruiz le mostraba a Vázquez Rijos imágenes de certificados de nacimiento, matrimonio y defunción, que ella había provisto al rabino de la comunidad judía en la que vivía en Florencia (Italia), le preguntó si eran falsos, y quién los había hecho.

Vázquez Rijos admitió que creó partidas de nacimiento falsas de su padre y su hermana Marcia, usando un programa de computadora para edición de imágenes. Aclaró que uno de los documentos falsos no lo había hecho ella, sino que salió de un portal cibernético al que sometió información, pero que resultó ser un portal falso que utilizaban para hacer estafas.

Más temprano en el día, en la continuación del interrogatorio por parte de la abogada Lizarríbar, Vázquez Rijos alegó que trató de venir a Puerto Rico en el 2008 para enfrentar las acusaciones en su contra, pero que no pudo hacerlo porque el padre de sus hijas gemelas nacidas ese mismo año no le dio permiso para que las niñas viajaran. Aseveró que la relación con el padre de las niñas se complicó luego que ofreciera una entrevista a un periodista.

Vázquez Rijos admitió haber utilizado documentos falsos para poder continuar viviendo en la comunidad judía de Florencia (Italia), pero afirmó que lo hizo porque no tuvo más opciones y quería mantener en un lugar seguro a sus hijas.

Vázquez Rijos afirmó que había recibido muchas amenazas y se sentía “perseguida, insegura”. Aclaró que intentó buscar documentos para probar su ascendencia judía, incluyendo el infructuoso viaje a las islas Canarias, pero que al no conseguirlos decidió usar los documentos falsos.

Especificó que esos documentos tenían “información que no era verídica” y que “otros no eran originales”.

“Di esos documentos falsos porque estaba presionada. Estaba en contra del tiempo y no tenía opción”, afirmó Vázquez Rijos.

Como parte de su defensa, la abogada presentó la nota de amor dejada por Anhang poco antes del crimen, que lee: “Querida Áurea. Me siento tan bendecido de estar contigo… Una vez en un millón de años un hombre como yo tiene la oportunidad de estar, te amo mucho. En la próxima semana será difícil, vas a prevalecer mental y emocionalmente. Todo mi amor, Adam”.

Durante sus declaraciones del miércoles, Vázquez Rijos negó enfáticamente haber buscado los servicios de un gatillero. Negó también conocer a Alex Pabón Colón, el asesino confeso de Anhang.

Anhang fue asesinado el 22 de septiembre 2005. A Vázquez Rijos se le acusa de haber conspirado junto a su hermana Marcia y su excuñado José Ferrer Sosa, ambos coacusados, para que se cometiera el asesinato por encargo.

Al cierre de la jornada, el juez federal Daniel Domínguez le preguntó a Marcia si quería ejercer su derecho a declarar o si prefería permanecer en silencio, a lo que la mujer contestó que guardaría silencio.

El juicio debe continuar este viernes, cuando se espera que testifiquen los últimos testigos de la fiscalía.