Un total de 24 personas fueron acusados este martes por transportar cocaína empacada dentro de juguetes conocidos como "Lite Brite", así como en equipos de reproducir DVD desde el aeropuerto internacional Luis Muñoz Marín hacia Estados Unidos en vuelos comerciales.

La jefa de fiscalía federal, Rosa Emilia Rodríguez, explicó en conferencia de prensa hoy en fiscalía Federal que los acusados enfrentan dos cargos por conspirar para poseer con intención de distribuir cocaína y una alegación de confiscación de $42 millones por actos que cometieron desde el 2009.

 El operativo de la Agencia Federal Antidrogas (DEA, por sus siglas en inglés), realizado con la ayuda de la Policía de Puerto Rico, fue denominado como "Play time" y en total se ocuparon 52 kilos de cocaína y $500,000 en efectivo.

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Se estima que la organización de narcotraficantes transportaba entre ocho y 14 kilos de cocaína a la semana, mayormente a las ciudades de Orlando y Kissimmee, en Florida. La cocaína era empacada dentro de los juguetes, los que "tenían el tamaño perfecto para empaquetar un kilo de cocaína por juguete".

"Metían los mismos en las maletas y pasaban desapercibidos por la seguridad del aeropuerto. Abrían los juguetes, empacaban la droga adentro. Lo abrían y lo cerraban con sus cuatro tornillos y parecían originales", explicó Rodríguez, quien aclaró que no hay empleados de líneas aéreas ni del aeropuerto involucrados en este esquema.

Rodríguez y los fiscales del caso, Alberto R. López Rocafort y Teresa Zapata, explicaron que los líderes de la organización reclutaban mulas para viajar a Estados Unidos con la droga. Les pagaban $1,000 por hacer el viaje. Allá, los coconspiradores los recogían en los aeropuertos y los alojaban en hoteles. Par de días más tarde, regresaban a la Isla con el dinero devengado de la venta de cocaína, empacada en los mismos juguetes y artefactos electrónicos donde llevaban originalmente la droga.

Los aparatos de seguridad y rastreo del aeropuerto no detectaban las sustancias controladas.

Se explicó que los acusados invirtieron las ganancias en comprar más droga para continuar la operación, así como en comprar propiedades, clubes nocturnos, botes, ropa, viajes, estadía en hoteles y cirugías plásticas para sus compañeras, la mayoría de ellas para aumentarse el busto.

El director de la DEA en Puerto Rico, Vito Salvatore Guarino, destacó que "este grupo transportó muchos kilogramos de droga de Puerto Rico a Orlando, Tampa, Kissimmee, Jacksonville y Boston".

El superintendente de la Policía, José Caldero, quien estuvo presente durante la conferencia de prensa, aseguró que continuarán trabajando mano a mano con las autoridades federales para impactar el trasiego de drogas en el País.

Al momento se ha arrestado a nueve de los 24 acusados, varios de ellos residentes en Florida.

Uno de los arrestados fue el hijo del exalcalde de Naguabo, Roberto Báz, identificado como Roberto Báez Figueroa, mejor conocido como Potro. Rodríguez indicó que Potro era administrador y mano derecha de uno de los líderes de la ganda que operaba desde Orlando. Báez Figueroa se encargaba de buscar las mulas al aeropuerto, hospedarlos, recoger la droga y entregar el dinero empacado.

Los líderes fueron identificados como Heriberto "Spowell" Burgos Martínez y Saúl "Saúl Peluca" Guzmán Font y Ricardo "Ricky" Santiago Ortiz, quien falleció. Las cabecillas que operaban en Orlando eran Héctor "Hugo" Tapia Rodríguez, Michael "Lito" Aponte Pinto y Robert "Rockero" Ramírez Rodríguez.

Los administradores de la ganga fueron identificados como José "Gordo" Telleria Arriaga, Xavier "Bebo Gran" Rodríguez Casado, Lonnie "Cascote" Tapia Rodríguez y Báez Figueroa.

 Los facilitadores eran Mecsac "Messak" Ramírez Rodríguez, Landy Castro Flores, Ángel "Angelito" García Trinidad, Max "Max Joel" Acevedo Andino, Yamira Díaz Algarín, Víctor "Pockeman" Rivera Mercado y Paulette Concepción Díaz.

El resto de los acusados son: Edwin "Toto" Rosario Rodríguez; Lefty "Zurdo" Méndez Valentín; Jesús "Chaka" Miranda Lugo; Nefatlí "50" Galindo Isaac; Luis "Blon Blon" Villegas Nieves; Héctor "Roca" Robles Alvira; José "Cáscara" Oliveras Ruiz; y Allan "Love" Rodríguez Crispín.

De ser encontrados culpables, se exponen a una pena de entre 10 años de cárcel y cadena perpetua.