Directivos de las autoridades federales de seguridad en Puerto Rico catalogaron de extraordinaria la incautación del millonario cargamento de cocaína que ocuparon en alta mar la semana pasada al intervenir con una yola y un barco carguero que acercaban la droga a la Isla.

En las intervenciones ocurridas los pasados martes, 3 de febrero y miércoles, 4 de febrero, oficiales de la Guardia Costera, Aduana y Protección Fronteriza, Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, y de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Interna, en colaboración con las Fuerzas Unidas de Rápida Acción de la Policía de Puerto Rico, incautaron 2,176 libras de cocaína, cuyo valor aproximado suma los $29 millones, informaron hoy en conferencia de prensa.

Trece personas de diferentes nacionalidades fueron arrestadas y acusadas, y permanecen en el Centro Metropolitano de Detención, en Guaynabo.

"Es un caso bastante extraordinario porque estamos hablando de una gran cantidad de droga que proviene de Suramérica y que no pudo entrar a Puerto Rico. Sería oneroso de mi parte decir que estamos incautando toda la droga, pero hemos tenido nuestros éxitos y este uno importante", manifestó el director del ICE en Puerto Rico, Ángel Meléndez

La primera intervención se realizó en la noche del 3 de febrero a ocho millas náuticas de la costa de Manatí, cuando oficiales divisaron una pequeña embarcación que se acercaba a la costa sin luces de navegación. Entonces, se ocupó la droga y se arrestó a Guillermo Boada González y a Héctor Alexander Sánchez Acosta, ambos venezolanos. Al día siguiente fueron acusados por conspirar para transportar cocaína a Estados Unidos.

Según explicó la fiscal federal Jenifer Hernández, estos dos individuos recibieron el cargamento del buque Atlántico VII, que tiene 268 pies de eslora y porta banderas de San Vicente y las Granadinas, pero que opera en puerto en República Dominicana.

De acuerdo con el director de ICE en Puerto Rico, Ángel Meléndez, las autoridades federales habían identificado el 31 de marzo de 2014 al buque Atlántico VII como una embarcación madre que acercaba la droga a las costas de la Isla y la trasladaba a una más pequeña, que era la que finalmente la llevaba a tierra. En aquella fecha, se incautaron 1,754 kilogramos de cocaína de la yola que la transportaba a Puerto Rico.

“Ahí comenzamos a enfocar nuestros esfuerzos en Atlántico VII”, indicó Meléndez. Señaló que identificaron que el modo de operación del buque partía de República Dominicana, pasaba por Venezuela y luego hacía paradas en las islas del Caribe, pero siempre evitaba entrar en aguas territoriales de Estados Unidos.

Narró que el 3 de febrero, oficiales notaron cuando se lanzó el cargamento de cocaína desde Atlántico VII a la yola que fue intervenida primero, traslado que ocurrió mucho más cerca de Puerto Rico de lo usual, por el alto oleaje ese día.

Debido a las difíciles condiciones del mar y a la poca visibilidad nocturna, la intercepción con Atlántico VII ocurrió al otro día en la mañana en aguas adyacentes al Canal de la Mona, en jurisdicción estadounidense, luego de una persecución por mar y aire. En ese momento fueron arrestados 11 individuos: cuatro cubanos Luis Armando Rivera Cruz, Maykel Agner Pedroso Gonzales, Jesús Blanco Cepero y Esteban Breto González; cuatro dominicanos, Franklin De Jesús, Domingo Lima, Jonathan Escoto Lugo y Bienvenido Ozuna; un peruano, Edinson Quispe Cano; un ecuatoriano, Dionisio Julio Palma Choez, y un panameño, Manuel Serrano Guevara.

El 6 de febrero fueron todos acusados por conspiración para importar sustancias controladas a Estados Unidos.

“Este tipo de incautación es bien importante porque pone de relieve que la vulnerabilidad mayor que tenemos en cuanto al narcotráfico es el área marítima”, aseveró Meléndez al enfatizar en la importancia de esfuerzos de coordinación entre agencias.

Agregó que desde el 1 de octubre de 2014, las incautaciones de cocaína han aumentado en 89%. “Es la mayor cantidad de cocaína incautada en este período, si lo comparamos con los pasados cinco años”, estimó.

Añadió que las incautaciones de dinero en efectivo han aumentado en 183% en el mismo período de tiempo.

Los aumentos tienen que ver tanto por el esfuerzo colectivo entre autoridades, así como por un aumento en la droga que está llegando a Puerto Rico.

Este último cargamento incautado procedía de Venezuela y su destino final sería Estados Unidos.

Los acusados, de ser hallados culpables, se exponen a penas de cárcel de 10 años hasta cadena perpetua.