Un individuo que enfrentaba la pena capital, pero que fue sentenciado a una cadena perpetua por la muerte de una testigo federal, podrá ser elegible a un nuevo juicio luego que el Tribunal de Apelaciones del Primer Circuito determinara que el juez federal José A. Fusté violó las garantías procesales del acusado.

La opinión de Boston desestimó la condena de culpabildad  de Xavier Jiménez Benceví por posesión de armas de fuego y la utilización de un teléfono celular para cometer un secuestro. Asimismo, el tribunal apelativo mantuvo la condena por el delito de interferir con un testigo federal. 

La decisión establece que el juez Fusté erró al intentar introducir declaraciones que había hecho el acusado cuando intentó alcanzar un acuerdo de culpabilidad con la Fiscalía Federal para evitar una posible pena de muerte.  

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“De esta manera, la corte de distrito utilizó el acuerdo (que fue rechazado por la Fiscalía Federal) para establecer un hecho de manera irrefutable y después utilizó ese hecho como base para impedir el testimonio de un experto que lo rebatía”, lee la decisión radicada el pasado 3 de junio por los jueces Juan R. Torruella, William J. Kayatta y  Ojetta Rogeriee Thompson.

Lea sobre el momento del veredicto

Las autoridades radicaron el caso de pena capital contra Jiménez Benceví por el asesinato de Delia Sánchez Sánchez, cuya muerte fue captada por una cámara de seguridad de un colmado en Bayamón el 21 de junio de 2010. 

La mujer había sido transportada al negocio por Ronnie Pérez Albino y su madre Gloria Albino Figueroa, que fueron utilizados como testigos en contra de Jiménez Benceví.

Del vídeo no se podía identificar al asesino de la mujer, que la ultimó de siete balazos mientras gritaba en el suelo, pero el experto de la defensa aparentemente iba a testificar que el sicario en las imágenes de la cámara de seguridad era significativamente más alto que el acusado. Aparte de mucha evidencia circunstancial, las autoridades descansaron en gran medida en los testimonios de Pérez Albino y Albino Figueroa para probar su caso, pero la credibilidad de los testigos había sido puesta en entredicho por la defensa, según reseña la opinión.

“No podemos determinar más allá de duda razonable que el jurado hubiese validado estos testimonios y hubiese alcanzado el mismo veredicto de culpabilidad si el acusado hubiese podido presentar el testimonio del experto, nada menos que el exdirector de la Unidad Fotográfica del Laboratorio del FBI, que consideraba que el asesino era demasiado alto para ser Jiménez”, subraya la opinión.

Los jueces del foro apelativo también subrayaron que Fusté falló en reconocer que el acusado pudo haber mentido por varias razones ante la posibilidad de enfrentar la pena capital y que declaraciones para un acuerdo de culpabilidad no se podrían utilizar como “hechos” en un juicio criminal. 

“Un acusado que enfrenta la pena capital tiene un gran incentivo para decir lo que sea necesario para eliminar la posibilidad de la aplicación de la pena y de esta manera salvar su vida”, sostiene la opinión apelativa. 

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