La Policía intenta averiguar los lugares que visitaron las víctimas de la matanza que segó dos vidas durante la madrugada del domingo en la PR-53, jurisdicción de Ceiba.

Por lo pronto, no hay un móvil detrás del tiroteo que le quitó la vida en plena vía pública a Héctor Rosa Cruz, de 25 años, y a Tirsa Rivera, de 30.

Las dos víctimas fatales viajaban en un auto Toyota Corolla color negro junto a Deishaly Guzmán, de 22 años. Los tres son amigos y las dos mujeres son residentes de las parcelas Las Calderonas, en Ceiba. Se cree, supo este medio, que compartían en algún negocio en Naguabo, donde cosumieron bebidas alcohólicas. De hecho, en el auto, propiedad de Guzmán, habían botellas de cervezas y tragos a mitad, precisó la Policía.

El ataque ocurrió a eso de las 3:35 a.m., cuando desconocidos les hicieron los disparos desde un auto en marcha. Rosa Cruz, quien tenía encima una identificación de guardia de seguridad y vivía en el barrio Quebrada Seca, en Ceiba, había sido fichado en el 2008 por casos de apropación ilegal y escalamiento. Rivera no tenía récord delictivo.

A su vez, Guzmán tampoco tiene expediente con la Policía y fue la única sobreviviente. La mujer sufrió heridas de bala en el costado izquierdo y la pierna izquierda y se encuentra en condición de ciudado en el Centro Médico de Río Piedras.

El teniente Víctor Torres, del Cuerpo de Investigaciones Criminales de Fajardo, explicó que se hizo un intento por entrevistar el domingo a Guzmán, pero la joven no pudo hablar debido a las heridas sufridas. Se hará un intento por entrevistarla nuevamente mañana, lunes.