El plan de formación de la clase 223 de la nueva Academia de Cadetes de la Policía en Gurabo, que se inició esta semana, tendría deficiencias “antipedagógicas” según las quejas recogidas en una carta de un grupo de aspirantes a convertirse en policías.

Este medio recibió una copia de una carta que contiene un sinnúmero de señalamientos sobre el programa de formación en la Academia, así como problemas de planta física, y que está firmada a nombre de la Clase 223, que es la primera que se constituye desde que el gobernador Alejandro García Padilla ratificó, el 17 de julio de 2013, el acuerdo para una reforma de la Policía con el secretario de Justicia de Estados Unidos, Eric H. Holder. Dicho proceso se inició a raíz de una demanda que sometió el Departamento de Justicia federal contra el Gobierno de Puerto Rico por violaciones de derechos civiles por parte del cuerpo policiaco estatal.

“El programa de entrenamiento y clases preparado para esta clase es uno totalmente disfuncional que carece de tiempo de estudio para que los cadetes podamos aplicar, retener, preparar informes, trabajos asignados, carece de un tiempo adecuado de descanso para poder estar hábiles mentalmente”, según se indica en uno de los párrafos introductorios de la carta al referirse a la supuesta carga mental y física que tienen con pocas horas de descanso, que indicaron son unas seis, aproximadamente.

 Otro de los reclamos se relaciona con un supuesto hacinamiento de estudiantes en los salones que según los cadetes tienen una capacidad máxima establecida por el Cuerpo de Bomberos de 25 a 30 personas, pero que ha habido instancias en las que, expresaron, se han aglomerado 97 alumnos debido a la escasez de profesores y la falta de aire acondicionado en varios salones.

 En entrevista telefónica con este medio, la rectora de la Academia, la retirada coronela del ejército de Estados Unidos, Michelle M. Hernández, afirmó que todos los profesores ya fueron nombrados y que la facultad está constituida desde la primera semana de agosto por profesionales, entre ellos abogados de la Comisión de Derechos Civiles y expertos certificados, quienes comenzaron a impartir los cursos y talleres de inmersión previos al inicio del entrenamiento.

 Hernández, cuestionó el hecho de que la carta en poder de este medio fuera firmada a nombre de todos los integrantes de la Clase 223, ya que la misma posee una junta y un presidente, los cuales en ningún momento le han traído a su consideración los problemas señalados en la misiva.

 “El 5 de junio (los cadetes) fueron juramentados y orientados sobre el entrenamiento. Las horas en exceso de las ocho horas se les cuenta como un beneficio, no se les está pidiendo nada fuera de lo que se les dijo… la clase cuenta con una junta... y en ningún momento ha dicho nada de eso (problemas con el programa de entrenamiento)”, afirmó Hernández.

“Tenemos grupos en dos salones y en el comedor, que es inmenso, son salones que se abren con una puerta de acordeón y hemos tenido unas 50 a 60 personas tomando clases. Sí, se dañó el aire acondicionado (en un salón), y hubo un movimiento del grupo a uno con aire acondicionado”, respondió Hernández al ser cuestionada sobre el contenido de la carta, pero dijo que no tenía conocimiento del supuesto hacinamiento al que se hace referencia y mucho menos de que hubiese cadetes tomando clases de pie.

Agregó que en este momento el auditorio de la Academia no está disponible para dar clases porque se encuentra en reparación por filtraciones en el techo.

Otra de las alegaciones del grupo, compuesto por unos 341 cadetes, es que el horario de entrenamiento y cursos excede las 17 horas, ya que comienzan a las 4:00 a.m. a colocarse en formación y su día termina a las 9:00 p.m. Alegan que a esa hora, tienen que retirarse a sus habitaciones para preparar las camas, sus uniformes y si necesitan utilizar la biblioteca solo la tienen disponible hasta las 10:00 p.m.

 “El programa culmina a las 9:00 p.m. luego de muchos cursos de distintas materias con distintas tareas y la biblioteca cierra a las 10:00 p.m. Ellos pretenden que en una hora dará para que en una biblioteca pequeña, que solo alberga a 90 o 100 cadetes puedan estudiar 320 cadetes en solo 50 minutos y solo con 20 computadoras y tres o cuatro libros de cada materia”, lee la misiva.

 La rectora de la Academia indicó que se propone evaluar los horarios aunque aclaró que al menos los lunes, miércoles y viernes los cadetes tienen tiempo adicional para estudiar en el periodo de desayuno y de 10:15 a.m. a 11:15 a.m. También tienen libres los fines de semana.

 “Los cadetes tienen que tener en cuenta de que no vinieron a un campamento de verano y tenemos que prepararlos a ellos para el futuro, hay que enseñarles a ellos el manejo del tiempo. Pero hay que ponerlo en contexto, no todas las clases les requieren hacer tareas. Por ejemplo, las de tiro en el polígono o las del uso de fuerza, que es la clase para el manejo de un batón… nosotros no los tocamos a ellos hasta las 5:00 de la mañana el que se quiera levantar a las dos o tres de la mañana es problema de ellos, por experiencia cuando yo estaba en West Point la noche antes yo dejaba todo listo por la noche y cuando me levantaba nada más tenía que ir al baño”, puntualizó la funcionaria.

 Hernández fue la primera puertorriqueña graduada de la Academia de West Point en el 1984. Se mantuvo en el servicio activo durante 30 años.

 La rectora admitió que tienen problemas con la cantidad de computadoras disponibles para los cadetes y se encuentran gestionando la compra de este equipo y evalúan la posibilidad de que se instale un servicio inalámbrico de Internet limitado para que puedan traer sus computadoras portátiles o tabletas.

 Las condiciones inadecuadas de entrenamiento que denuncian los cadetes supuestamente habrían llevado a un grupo de ellos a auscultar la posibilidad de renunciar, dice la misiva.

 “Es totalmente contrario a lo que persigue la reforma que nos exijan estas condiciones para aprender y crear en nosotros una idea de una policía reformada. No deseamos pensar que solo somos un experimento o modelo de prueba para cumplir solo con la reforma o con la opinión pública”, se indicó en la carta.

Hernández, por su parte, manifestó que al presente un cadete renunció el día del inicio del curso porque fue contratado para trabajar en un banco y otro fue separado del cuerpo mientras es investigado porque habría cometido un delito fuera de la academia.

La funcionaria también descartó que el entrenamiento al que son sometidos los agentes sea uno de corte militar ya que alega que en el programa lo más cercano a ese tipo de esfuerzo físico es disparar en el polígono las cuales son funciones de un policía y marchar cada vez que se trasladan de un lugar a otro.

 Por su parte, el presidente del Frente Unido de Policías Organizados (FUPO), Diego Figueroa y el director ejecutivo de la Corporación Organizada de Policías y Seguridad (Cops), Jaime Morales, quienes tienen afiliados cadetes como socios de los gremios indicaron que les han llegado las quejas, pero no las han logrado corroborar.

 Ambos, en entrevistas por separado, indicaron que le corresponde al asesor de cumplimiento técnico de la Reforma de la Policía, Arnaldo Claudio, visitar la Academia y corroborar si en realidad el entrenamiento no es adecuado.

 “Es importante que el monitor visite o tome cartas en el asunto para ver en realidad que es lo que está pasando, sabemos que las clases apenas empezaron el lunes, pero nos urge que esto se trabaje de la forma correcta por la demanda que tiene la Policía en este momento y para que estos 300 candidatos a ser policías cumplan con todas las expectativas del Gobierno Federal”, sostuvo Morales.

Figueroa, observó que el tipo de entrenamiento que están recibiendo es similar al que se les ofreció al grupo de oficiales que recientemente se acogieron a la jubilación con 30 años de servicio. Anteriormente el concepto de Academia de la Policía se había cambiado a uno más parecido al de un campus universitario cuando era el Colegio de Justicia Criminal.

 “Este es el mismo entrenamiento básico de antes, pero se acostumbraron a la vida universitaria suave. El adiestramiento está verificado por el monitor, es el tipo de entrenamiento que se utilizaba antes, nosotros empezábamos corriendo una milla y si no lo lograba tenía que cumplir con otras labores como tareas de limpieza", expresó Figueroa.

El líder de Cops también fue claro en que convertirse en policía conlleva sacrificios y muchas horas de preparación, pues una vez se pase a trabajar en la calle, hay que estar preparado para cualquier eventualidad.

 "¿Cuándo les toque un 'plantón pelú' de 12 horas o tengan que madrugar para dar seguridad en una huelga, qué van a hacer?”, cuestionó Figueroa al resaltar la importancia de que aprendan disciplina aunque dijo que conoce que la planta física de la Academia está un poco deterioradas.