Una orden de arresto a nivel federal fue expedida contra un cuarto sospechoso por el robo y ataque a tiros ocurrido en noviembre pasado contra un billetero en Coamo.

Derick J. Roche Borges figura como el cuarto arrestado por este caso en el que se alega participaron cinco individuos.

En la denuncia en su contra por cometer un robo que interfirió con el comercio interestatal, posesión de armas y actuar en concierto y común acuerdo con otros para cometer un delito, los agentes del Negociado Federal de Investigaciones (FBI) indicaron que los hechos ocurrieron el 19 de noviembre pasado, a eso de las 3:30 a.m., en Coamo.

Según la pesquisa, un hombre de 67 años se encontraba en su residencia donde opera un negocio de venta de billetes de lotería, cuando cinco sujetos enmascarados tocaron a la puerta alegando que eran policías. El perjudicado no confió y les preguntó dónde estaban las patrullas policiacas. Fue entonces que tres de los asaltantes trataron de romper la puerta de su casa.

La víctima y su esposa trataron de bloquear la puerta, cuando uno de los maleantes disparó e hirió al comerciante, quien sobrevivió al ataque. Su esposa temió por su vida y salió corriendo a buscar refugio, según la investigación de los hechos.

Los asaltantes robaron $4,000 y un vehículo de la pareja.

Vecinos informaron a las autoridades que los sospechosos huyeron en ese auto y también en un Toyota Corolla blanco. Los carros fueron divisados por la Policía mientras se desplazaban por la ruta PR-153 hacia Aibonito. Se produjo una persecución y los sujetos dispararon contra los agentes. Los que iban en el auto robado, lo dejaron abandonado y escaparon a pie por la montaña. Los que viajaban en el Toyota Corolla fueron detenidos e identificados por las autoridades como José L. Báez Martínez y Benny I. Espada Santini.

La investigación llevó al arresto de un tercer sospechoso la semana pasada, identificado como Jorge Rivera García, pero hoy, miércoles, detuvieron a Roche Borges. Solo el quinto individuo sospechoso no ha podido ser arrestado.

De ser encontrados culpables, el grupo se expone a una pena máxima de 27 años de cárcel.

El fiscal asignado a este caso es Nicholas Cannon.