Gurabo.- Al cumplir con una de las principales exigencias del acuerdo con el Departamento de Justicia federal, la Policía entró de lleno este miércoles a implantar los cambios sobre la profesionalización de los miembros de la fuerza con la aprobación de una ley que elimina el Colegio de Justicia Criminal e integra la academia de cadetes al cuerpo policíaco.

El gobernador Alejandro García Padilla firmó la ley que crea el Programa para la Profesionalización del Cuerpo de la Policía acompañado por el superintendente de la Policía, José Caldero, y el secretario de Justicia, César Miranda, entre otros funcionarios. El nuevo estatuto derogó la ley que creó en 1999 el Colegio de Justicia Criminal. 

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Aunque no atribuyó a la extinta institución la responsabilidad por las fallas detectadas por el Gobierno federal que dieron paso a la reforma de la Policía, el mandatario sí afirmó que la entidad le restó énfasis a la disciplina de los uniformados y al entrenamiento práctico en operaciones tácticas.

"Transferir la Academia de la Policía al Colegio de Justicia Criminal, una institución autónoma y concebida principalmente como académica, tuvo, en teoría, sus méritos. Sin embargo, en la práctica, el concepto creó problemas que excedieron sus beneficios", indicó el mandatario durante una rueda de prensa en la sede de la academia.

"La gran lección del experimento es que la misión de la Academia de la Policía es fundamentalmente distinta a la de una institución educativa. Los problemas no los causó el Colegio de Justicia Criminal, eso debe quedar bien claro, pero una reforma a tiempo en la manera de adiestrar a los policías pudo haber ayudado a prevenir muchos problemas”, añadió al señalar que estas fallas en la formación de los oficiales fueron detectadas por el Departamento de Justicia de Estados Unidos.

Caldero, quien ahora supervisará directamente el funcionamiento de la academia, resaltó que el nuevo programa tendrá como prioridad el énfasis en los derechos civiles, y atender las fallas detectadas por el gobierno federal en los registros y allanamientos y respecto al uso excesivo de la fuerza en las intervenciones.

"Para ser un buen policía, hay que tener buena disciplina sin perder la parte académica... Esto nos va a ayudar a tener mejores policías, preparados para enfrentar la criminalidad y dar un buen servicio a la ciudadanía", resaltó el jefe de la Policía.

Tras la firma del estatuto, los cadetes tendrán que cumplir con 900 horas de entrenamiento, en lugar de 700, y cada aspirante a policía tendrá que contar, al menos, con un grado asociado de una institución universitaria debidamente licenciada y acreditada.

La coronela retirada del Ejército Michelle Hernández-Fraley se mantendrá al frente del programa, y durante la conferencia de prensa resaltó que la nueva academia, que comienza este viernes, cuenta con cinco cadetes con maestría. En total, 311 personas integran el grupo, incluyendo 90 mujeres.

La nueva ley también ordena establecer un currículo de educación continua, y exige que todos los oficiales cumplan como mínimo 12 horas de educación continua anualmente.

García Padilla precisó que, aunque el Colegio de Justicia Criminal desaparece, no se perderán los empleos, pues estarán adscritos a la Policía con igual compensación y derechos. No obstante, el superintendente de la Policía reconoció que algunos profesores que trabajaban por contrato en el colegio quedarán fuera.

Los expedientes de la entidad, así como otros documentos, equipo, las instalaciones y el presupuesto que tenía asignado el colegio también serán transferidos al cuerpo del orden público.

Hernández-Fraley destacó que la transición hacia el nuevo modelo educativo ya se completó, y ya fueron designados todos los decanos y demás funcionarios de la academia, y se desarrolló el currículo que se utilizará durante el próximo trimestre.

A pesar de que la reformulación de la Academia de la Policía es parte indispensable del acuerdo alcanzado con el Departamento de Justicia federal, el monitor designado para evaluar la implantación de los cambios, Arnaldo Claudio, no estuvo presente en la actividad.

Cuando se le preguntó sobre los motivos de la ausencia, García Padilla no pudo precisarlo, y recurrió a Caldero y a Miranda para preguntarles si había sido invitado o no. No obstante, aclaró de inmediato que Claudio está al tanto de todos los ajustes que se han realizado en la Uniformada.

La ley crea un fondo especial que se nutrirá de los ingresos que genere la academia, por ejemplo, por los adiestramientos que ofrezca a los municipios y empresas de seguridad privadas, y sus recursos estarán destinados al fortalecimiento del programa educativo.

García Padilla y el secretario de Justicia anticiparon que muy pronto someterán ante el juez federal Gustavo Gelpí el primer informe de cumplimiento sobre la reforma de la Policía.

“Ustedes están viendo hoy la reforma en vigor, funcionando. Hoy los que estamos aquí somos testigos de un primer paso en el ámbito de reclutamiento. Hay otros pasos que se están dando continuamente en el ámbito de readiestramiento. Eso está ocurriendo ya... Esa es la reforma. Lo que pretende es integrar a esta fuerza en una convivencia con la comunidad puertorriqueña”, puntualizó Miranda.