Una acusación federal que se radicó contra una banda criminal que enviaba cargamentos de cocaína desde Colombia a Puerto Rico y Estados Unidos resultó ser otra muestra del papel que están ocupando los puertorriqueños en el narcotráfico como coordinadores, administradores e influyentes intermediarios de traficantes con alcance internacional.

Las autoridades anunciaron ayer un pliego que se emitió contra un italiano, Dante Tagliaventi, quien presuntamente llevaba más de 20 años transportando cargamentos desde Colombia, y contra cinco puertorriqueños. El presunto lugarteniente de la organización era Héctor Miranda Rojas, mejor conocido como “Pito Shell”, quien aparecía en la lista de los más buscados por las autoridades y fue arrestado el pasado martes luego de una persecución en Hatillo.

El operativo contra el italiano y los boricuas fue dirigido por la Administración Federal Antidrogas (DEA). Agentes de la agencia federal y fuerzas especiales de la República Dominicana arrestaron a Tagliaventi luego que éste arribara al aeropuerto internacional Las Américas de Santo Domingo. Al tratarse de una “tarjeta” sumamente importante en el tráfico internacional de estupefacientes, el sujeto fue extraditado de manera inmediata el pasado miércoles a Puerto Rico y ayer compareció a su vista inicial ante un magistrado federal junto con varios de los otros acusados.

Aparentemente, Tagliaventi, mejor conocido como “el Italiano” o “Espagueti”, intentaba coordinar el envío de un cargamento en la República Dominicana. A pesar de que el sujeto, que residió varios años en Puerto Rico, se había radicado en Antigua, su presunto lugarteniente vivió en Colombia y Venezuela, cultivando relaciones con importantes suplidores de cocaína. Pito Shell se encontraba prófugo de las autoridades por una previa acusación que un Gran Jurado federal emitió en su contra en el 2008 por liderar una organización criminal que operaba en el barrio Altos de Cuba en Vega Baja, pero el sujeto aparentemente desempeñó una función esencial en el envío de los cargamentos en el Caribe.

Se estima que la banda pudo haber enviado unos 4,000 kilos de cocaína en un periodo de cinco años a través de una compleja operación que con-llevó su transportación terrestre entre Colombia y Venezuela. Se cree que la banda les pagó a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para poder cruzar la frontera con la droga. Los paquetes de cocaína eran lanzados a aguas de Tórtola y Antigua para ser recogidos en embarcaciones que atracaban en Puerto Rico. Mucha de la droga se destinaba para el consumo local, o a las ciudades de Miami y Nueva York.

Algunas versiones extraoficiales vinculaban a Tagliaventi con el notorio narcotraficante colombiano Roberto Méndez Hurtado, mejor conocido como “Pluma Blanca”, quien fue arrestado hace varios meses. Se presume que “Pluma Blanca”, utilizó a Puerto Rico para lavar millones de dólares en activos procedentes del narcotráfico. El sujeto era el presunto líder de la Célula del Caribe del Cartel del Norte del Valle de Colombia, integrado por los remanentes del desaparecido Cartel de los Sapos.

Se alega que éste utilizó instituciones financieras para lavar dinero que terminó en cuentas de bancos en Puerto Rico, EE.UU., Alemania, China, las Islas Caimán y Colombia.