En la calle San Antonio en Barrio Obrero reinaba el silencio la tarde del viernes, luego de que un hombre muriera a manos de un capitán de la Policía Municipal de San Juan allí en un alegado enfrentamiento entre ambos ocurrido esta madrugada.

La calma que imperaba en el sector en horas de la tarde contrastaba con lo que se vivió en la madrugada de este viernes, cuando policías municipales llegaron hasta el área para atender una querella de un hombre en alegado estado violento que, con un bate, ocasionaba daños a una propiedad en el lugar y pedía al residente de la vivienda que saliera a atenderlo. Poco después, el incidente se tornaría trágico y confuso cuando el capitán de la policía municipal Ismael Rivera, en alegada defensa personal, le disparó e hirió de muerte al hombre que intentó agredirle.

 La versión policiaca apunta a que los sucesos ocurrieron pasadas las 3:00 a.m. de este viernes, declaró el comisionado de la Policía municipal de San Juan, Guillermo Calixto Rodríguez.

"Al (los oficiales) llegar (a la calle San Antonio), encuentran a una persona con un bate que había roto las ventanas de una estructura, le piden que calme su actitud. La persona sigue agresiva y, en una de las instancias, se lanzó encima del capitán con el bate. El capitán, en defensa personal, hizo uso de su arma de reglamento. Repeliendo la agresión, hizo un disparo", indicó Rodríguez.

El oficial aclaró que cuando el capitán y los agentes llegaron para atender la querella intentaron persuadirlo de que depusiera su actitud, pero el hombre brincó la verja hacia la calle y corrió para atacar al capitán.

 “Ante la actitud agresiva y hostil, (Rivera) le dispara y lo hiere. (El hombre) trata de marcharse del lugar y en ese momento llegaron como refuerzos otros policías que trataron de controlarlo en el piso y lo esposaron porque seguía agresivo”, detalló el oficial tras indicar que falleció mientras era atendido por los paramédicos en la escena. 

 Horas después, en la estrecha calle del barrio santurcino apenas se veían vecinos, a excepción de uno que otro que tímidamente se asomaba por algún balcón para enseguida encerrarse.

 Los únicos sonidos que se escuchaban en la tarde eran los vehículos que pasaban por el área y los ladridos de un perro.

 Solo un vecino del área, que no quiso identificarse, narró a este medio que a eso de las 2:20 de la madrugada se levantó luego de escuchar unos fuertes ruidos. Fue entonces, contó, cuando vio a tres individuos que vestían uniformes de béisbol frente a la residencia de un contratista de la zona, el cual ha sido identificado por algunos como un pastor.

 Según la versión del vecino, los hombres aparentemente fueron a cobrarle al contratista una deuda de unos $4,000 que el residente de la propiedad le debía a la madre del sujeto que resultó muerto y que no había sido indentificado por la Policía. Dijo desconocer la identidad del hombre que murió, pero aseguró que era de nacionalidad dominicana. Sobre los otros dos sujetos, señaló que se marcharon del lugar tan pronto vieron que el hombre se puso agresivo.

Agregó que la Policía llegó a la escena media hora después de haber iniciado el suceso y que más adelante solo escuchó una detonación. El vecino, además, dijo que la residencia cerca de donde ocurrieron los hechos y, en la que la víctima rompió varias ventanas, no es una iglesia pentecostal, como señalan las palabras pintadas a mano en la entrada de la estructura.

NIE asume jurisdicción

Entretanto, el Negociado de Investigaciones Especiales (NIE) del Departamento de Justicia asumió jurisdicción de esta pesquisa, según confirmó a este medio el portavoz de prensa del Departamento de Justicia, Miguel Pereira.

El capitán Rivera fue desarmado de una pistola .40, marca Glock, como trámite de rigor en estos casos.

 "Toda la información que tenemos hasta ahora es que el capitán actúa en defensa personal del compañero. Luego de hacerle varias advertencias al individuo, hizo uso de su arma de reglamento repeliendo la agresión", insistió Calixto Rodríguez.

Oficiales de la Policía estatal investigaron la escena, junto con el fiscal Fernando Chalas González y personal del Instituto de Ciencias Forenses.

La víctima presentaba una herida de bala en el lado derecho del tórax. Fue descrito como de tez negra, 6’0 de estatura, 220 libras de peso, pelo rizo negro, ojos marrones, vestía una camiseta gris, un pantalón deportivo gris, correa de tela verde y dentro de su ropa interior un protector para los genitales como los que usan los peloteros.

En la escena se ocupó como evidencia un bate de aluminio color rojo y blanco, un casquillo calibre .40, una gorra verde y amarilla con la letra “A” y una camioneta marca Ford Sportrack color gris del 2005.

Olvidan el arma

Luego de unas tres horas de investigación, todos los funcionarios se retiraron de la escena dejando atrás un arma de fuego localizada en los predios de la agresión y que podría estar relacionada a los hechos. La misma fue descrita como una pistola marca Rugger modelo P94DA0, color negra y gris, según se detalló en el informe policíaco.

Los presentes alertaron a la Policía de la presencia del arma, y los agentes regresaron a la escena, la acordonaron y finalmente levantaron la evidencia después de las 8:00 am.

No se ofrecieron detalles del origen del arma de fuego, ni de su relación con los hechos.