Santa Isabel - Cientos de personas se reunieron desde tempranas horas de este sábado en la plaza pública de este pueblo sureño para comenzar las festividades navideñas en el evento “Santa Isabel se levanta y celebra con Carlos Correa”.

La actividad, que durará hasta horas de la noche, fue organizada por el pelotero santaisabelino y su familia y tiene como objetivo llevarles alegría a sus compueblanos luego del paso devastador del huracán María, que asoló el país el pasado 20 de septiembre.

Como parte de la dinámica del evento, Correa repartió juguetes, se sacó fotos con sus admiradores y compartió con grandes y chicos. En una tarima ubicada en una de las esquinas de la plaza, varios grupos musicales deleitaron a los presentes, mientras, varios auspiciadores ofrecieron obsequios a todos los que llegaron al lugar.

“El concepto principal de esta actividad es traerle alegría a la gente de mi pueblo y poder traerles felicidad a los niños después del paso del huracán María, ya que algunos no van a poder tener regalos estas navidades porque sus familiares están pasando necesidades grandes”, explicó el campocorto del equipo ganador de la Serie Mundial, los Astros de Houston, en un aparte con la prensa.

El pelotero agregó que para “él era un placer” poder compartir con los ciudadanos del pueblo de Santa Isabel y con los niños de ese pueblo.

Días difíciles después de María

Al recordar esos primeros días después del paso de María por Puerto Rico, Correa expuso que se le hizo difícil concentrarse y que se sintió devastado al ver cómo quedó la isla.

“Fue difícil poder concentrarme mientras estaba en Estados Unidos y no me podía comunicar con mi familia acá para saber si estaba bien o no. Durante esos días, jugué malísimo, no tenía ningún tipo de concentración. El béisbol no era lo importante esos días. Cuando pude escuchar de ellos, pues obviamente me pude concentrar nuevamente. Sabía que estaban bien y saludables a pesar de que perdieron muchas cosas. Lo más importante es que estaban vivos”, acotó el atleta.

“Cuando llegué acá lo más que me impactó fue ver un Puerto Rico diferente. Ver los árboles en medio de las calles. Regresar al parque en el que yo practicaba todas las tardes, que ya no es un parque. Ahora están los caballos dentro del parque y la grama llega hasta las rodillas. A la verdad que fue devastador verlo”, agregó.

El atleta expresó que planifica comunicarse con los directivos de las Grandes Ligas para ver sí puede gestionar ayudas para reconstruir el parque en el que desarrolló las habilidades que lo han llevado a ser un excelente jugador.