Con la descripción de un complejo esquema en que, según la fiscalía, todos ayudaron a todos, pero según los abogados de defensa, son otros quienes tienen la culpa menos sus representados, se inició ayer el juicio en la corte federal contra cuatro coacusados por un alegado esquema de corrupción gubernamental.

Se trata del mismo caso en el que Anaudi Hernández Pérez, recaudador del Partido Popular Democrático (PPD) y amigo del gobernador Alejandro García Padilla, ya se declaró culpable por  un total de 14 cargos relacionados a un plan que gestó para acomodar personas en puestos clave y que a cambio le darían jugosos contratos.

El entramado le habría dejado beneficios económicos a Anaudi ascendentes a unos $2.1 millones, según la acusación federal.

Los acusados que ahora enfrentan juicio son Sally López, ex administradora de la Administración de Derecho Laboral (ADL); Ivonne Falcón, ex vicepresidenta de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA); su hermana Marielis Falcón, así como Glenn Rivera Pizarro, ex asistente del administrador de la Cámara de Representantes.  

El grupo enfrenta cargos de mal uso de fondos públicos, soborno y conspiración para cometer fraude electrónico.

El proceso arrancó en horas de la tarde con los argumentos iniciales de abogados y fiscalía federal. Por la mañana se culminó la selección del jurado.

Entre los nombres que se repitieron durante los argumentos de ayer estaban el de Eder Ortiz, ex senador y ex comisionado electoral del PPD; el de Luis Gerardo García Padilla, hermano del gobernador y el del director ejecutivo de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA), Alberto Lázaro.

Sin embargo, eso no constituye prueba. El desfile de testigos y la presentación de documentos  comenzará hoy desde las 9:00 de la mañana ante el juez Pedro Delgado.

Precisamente, ayer los abogados se centraron en enfatizar que ya hay varias personas, incluyendo a Anaudi, quienes admitieron su culpa, y eran quienes tenían responsabilidades.

Juan Masini Soler, quien representa a Rivera Pizarro, pidió reiteradamente a los miembros del jurado que usaran el sentido común. Dijo que su cliente no firmó ningún contrato, ni tenía facultades para ejercer influencias, no conocía al resto de los coacusados, no recibió nada de valor, ni ninguna ventaja y Anaudi nunca lo recomendó para el puesto que ocupaba.

Según al abogado, son Xavier González y Víctor Burgos, ex administrador y  ex director de Informática de la Cámara de Representantes, respectivamente, quienes gestaron el plan para la instalación del cuadro telefónico en la legislatura, pero su cliente no tuvo nada que ver.

“Tengo confianza en sus consciencias”, indicó.

Francisco Adams Quesada, abogado de Marielis Falcón, dijo que el contratista Ramón Crespo y su cliente se conocían desde el 1990 y que tenían una gran amistad. Alegó que a pesar de ese vínculo, Crespo traicionó a su amiga Marielis, a quien identificó como una víctima, ya que no tenía ningún poder para acelerar o detener el pago de las facturas que Crespo hacía por servicios profesionales a la AAA.

Godwin Aldarondo Tovar, abogado de Ivonne Falcón, indicó que su cliente llevaba 22 años trabajando en la AAA, obviamente bajo distintas administraciones. La identificó como una trabajadora incansable. En su recuento dijo que su cargo como tesorera o pagadora, no le daba el beneficio de firmar contratos, sino que eso le correspondía al presidente de la corporación, quien decidió contratar a Crespo.

“Si él (Lázaro) le daba instrucciones, ella no se quejaba”, alegó, al tiempo en que destacó que así le corresponde a los empleados de confianza. “Ella controlaba la cuenta de cheques, pero no era quien aprobaba las facturas”, argumentó.

Luego señaló al ex secretario de Agricultura José Orlando Fabre como la persona que supuestamente intercedió para que le pagaran al contratista Crespo. Aseguró que la evidencia demostrará que su clienta nunca solicitó o pagó ningún soborno.

Después le tocó el turno a Joaquín Monserrate Matienzo, quien representa a López. El representante legal dijo que la acusación es solo papel sin evidencia e hizo un recuento de la amistad entre Anaudi y el hermano del gobernador. Dijo que Anaudi engañó a su cliente cuando se inventó compañías para dar servicio de entrenamientos a personas desempleadas ya que no figuraba como dueño de las empresas proponentes.

En un gesto inusual mandó a poner de pie a Sally y se cuestionó qué era lo que quería Anaudi de ella. Además, lanzó al zafacón unos accesorios de celular y preguntó cómo era posible que Anaudi se hubiese hecho rico vendiendo ese tipo de artículos.

El jurado cuya selección culminó ayer mismo estará compuesto por siete mujeres y cinco hombres, además de tres suplentes. Antes y después de las exposiciones iniciales, el juez les dio instrucciones específicas y detalladas de lo que no podían hacer, tales como consultar sobre el caso en la prensa o en cualquier otro medio, buscar información de los conceptos discutidos en corte o discutir el caso entre ellos mismos.