El caso por delitos sexuales contra el excalde de Guaynabo, Héctor O’Neill podría encontrar serias dificultades si el tribunal resuelve que los testimonios de las dos presuntas víctimas pueden hacerse ante presencia de público y prensa, según trascendió en la vista de necesidad al respecto que tuvo lugar este lunes en el Tribunal de Bayamón.

En su última pregunta a la perito de la defensa, el fiscal especial independiente Guillermo Garau dejo entrever que las testigos no quieren declarar ante el público. Luego, a preguntas de la prensa, confirmó que el caso podría quedar comprometido si las testigos no tienen la alternativa de testificar a puertas cerradas.

Garau afirmó, no obstante, que contaban con un caso sólido contra el exalcalde.

Durante la mañana, los fiscales especiales independientes Garau y Leticia Pabón presentaron como perito a la sicóloga clínica con práctica forense Yaritza López, quien explicó que había podido hacer varios estudios y dos entrevistas a una de las presuntas víctimas, y que había recibido información sobre la otra, incluyendo su historial clínico.

La especialista dijo la evaluada presentaba “ciertas vulnerabilidades emocionales”, si bien no tenía un trastorno como tal.

“Mi recomendación es que no hay acceso al público, ni a la presa”, expresó la sicóloga, ante preguntas del fiscal Garau. “Entendemos que aquellos medios que puedan ser usados para proteger el testimonio de la víctima, deben ser usados”.

La especialista incluso recomendó el uso de circuito cerrado, pero esa sugerencia fue objetada por la defensa de O’Neill, argumentando que no era un asunto en discusión.

En cuanto a la otra alegada víctima, la sicóloga explicó que “no podría dar una recomendación tan firme” porque no tuvo oportunidad de evaluarla personalmente. No obstante, sostuvo que en la documentación que recibió “se hace constar evidencia de su historial de salud mental” y eso coincide con su declaración jurada de cuándo se exacerbó su condición mental por los hechos relacionados al caso.

“Al haber relación directa con lo sucedido, aun sin pruebas por evaluación directa, recomiendo lo mismo: proteger el testimonio”, afirmó la sicóloga López.

A preguntas del abogado de O’Neill, Harry Padilla, sin embargo, la especialista admitió que era de esperarse que cualquier persona que acuda a testificar en un juicio, en especial si lo hace por primera vez, sienta algo de ansiedad.

“¿Es correcto decir que toda persona que va a declarar se pone ansiosa? ¿No hay un estándar de ansiedad para declarar?”, preguntó Padilla.

La sicóloga admitió que en efecto “la mayoría” de la gente se ponía ansiosa al acudir a corte, y que tampoco había un estándar, aunque sí se habla de “niveles: leve, moderado y severo”.

En el caso de la testigo que evaluó, dijo la especialista, hay “una sintomatología clínica moderada. Se sale de la norma”.

La perito de la defensa, la doctora en siquiatría y especialista en siquiatría forense Arleen Rivera Mas, dijo que de la información que había suministrado la doctora López no surgían elementos que indicaran la necesidad de limitar la presencia de público y prensa en la sala.

Agregó que le habría gustado ver que se hiciera la prueba para determinar si una persona está mintiendo o exagerando con una segunda intención de beneficio.

Sin embargo, a preguntas del fiscal Garau, admitió que no había tenido contacto con las presuntas víctimas y todo su testimonio se basaba en lo que había escuchado de la doctora López.

Reconoció también que, si bien toda persona que va a testificar en un juicio probablemente sienta ansiedad, en el caso de una víctima de delitos sexuales podría ser mayor.

La jueza Sariely Rosado Fernández dijo que emitiría un fallo sobre esta controversia por escrito antes de una semana, y pautó las fechas del 3,4 y 7 de mayo para la vista preliminar del caso.