El juez Ricardo Marrero, del Tribunal de Carolina, encontró causa para juicio este viernes contra un capellán de una iglesia evangélica, luego de escuchar el testimonio de su nieta de siete años, de quien presuntamente abusó sexualmente en enero pasado.

Los cargos en contra de Wilfredo Colón López son por actos lascivos.

La niña, que para proteger su identidad fue identificada como WCL, fue la primera testigo de la Fiscalía. Su testimonio se dio a puerta cerrada, a petición de la fiscal Marysela Santiago, de la Unidad Especializada de Delitos Sexuales y Maltrato de Menores. La prensa ni el público tuvo acceso a sus declaraciones.

La niña entró a la sala 102 del Tribunal vestida con su uniforme escolar y un abrigo. Fue escoltada por una técnica social de la Fiscalía de Carolina. En el pasillo se encontró con su tía y le regaló una gran sonrisa. A su salida de sala, luego del testimonio, se le vio tranquila.

El segundo testigo del Ministerio Público fue el padre de la menor e hijo del acusado, Wilfredo Colón Correa.

Colón Correa narró los hechos ocurridos el pasado 13 de enero con voz fuerte y firme, aunque en ocasiones pareció que se le entrecortaba la voz.

El hombre dijo que esa mañana estaba desayunando junto a sus hijas y un sobrino en la cocina de la residencia. Cuando fue a su habitación para buscar un cheque, sorprendió a su papá abusando sexualmente de su hija.

"Le dije, ¿qué tú haces? Él se da cuenta y le suelta el pantalón a la nena y le pone las manos en la cara. Le dije estás perdiendo el tiempo en la iglesia. Tú eres un fresco, un puerco. Las niñas no se tocan y tienes que irte de la casa ahora mismo", expresó Colón Correa.

El padre de la menor aceptó que perdió el control y que luego de insultar a su padre, cogió un cuchillo para atacarlo. La agresión no se concretó, porque su suegra intervino.

 Luego de la vista, el licenciado Edwin Castro Fontánez, que defiende al religioso, dijo que los testimonios presentados fueron contradictorios. Sin embargo, trascendió que tanto la niña como su padre declararon que Colón López tocó inapropiadamente a la menor en sus partes íntimas.

Castro Fontánez, incluso, dijo que el verdadero motivo de las acusaciones es quitarle la casa a su cliente.

 Los hechos ocurrieron en una residencia ubicada en el barrio Santa Cruz, sector Los Cubas, en Carolina. La casa es propiedad del acusado, pero su hijo reside allí junto a su pareja, sus tres hijas y su suegra.

Colón López, de 64 años y quien está libre bajo fianza, no quiso emitir comentarios a su salida de la sala.

La lectura de sentencia fue pautada para el 31 de marzo y el juicio en su fondo para el 22 de abril.