“La presencia de ellos aquí fue excelente. No hubo tiros al aire y no hubo incidentes que lamentar”, comentó en entrevista con este medio Tomasa Rodríguez, conocida líder comunitaria de Monte Hatillo.

Aunque dijo que la decisión de sacar la Policía de allí “no es muy correcta”, sostuvo que hasta ahora todo ha marchado bien.

“Y se va a quedar así”, aseguró sonriente, reconociendo, sin embargo, que los vecinos han expresado “un poquito de nervios” tras la salida de la uniformada.

“Piensan que ahora va venir otra gente a mandar aquí”, dijo.

Al igual que Rodríguez, otros residentes tienen la esperanza de que la violencia no resurja en el complejo de vivienda.

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Para Carlos Guzmán sus vecinos confían en que se mantenga el compromiso de continuar con las rondas de prevención.

“Aquí no va a pasar nada. Yo espero que sigan con la vigilancia”, sostuvo al advertir que el principal problema ahora en la comunidad es una supuesta amenaza de la Autoridad de Energía Eléctrica de cortar el servicio de la luz, si los vecinos no aportan al menos 15% a su deuda para el 1 de febrero.

Para Celinés Hernández, la Policía se convirtió “en la protección de nosotros”, según dijo al referirse a sus vecinos en la entrada de una agencia hípica ubicada al lado del residencial.

“Nos preocupamos por los niños, por nosotros. Cuando ellos estuvieron todo estuvo bien, normal. Tranquilos y felices”, opinó.

“Hicieron un trabajo excelente”, agregó.

Otros, como Daniel Guzmán, no le dan mucho color al asunto. Según dijo, “me da lo mismo”, pero estimó que la clientela bajó en la agencia hípica donde, además, se “daba la cerveza”.

“No podían salir a la calle a beber”, comentó.

Por la misma línea se expresó Esteba Martínez, quien vive en Monte Hatillo desde 1977.

Según opinó, Monte Hatillo es una “bomba de tiempo” que explota cuando uno menos se lo espera.

“Ellos (los del bajo mundo) no se meten conmigo y yo no me meto con nadie”, argumentó.

Este medio publicó hoy, domingo, que después de cuatro meses el plan especial de vigilancia en Monte Hatillo cesó. La iniciativa incluyó presencia de agentes las 24 horas, tras una balacera vinculada a rivalidades entre pandillas asociadas al trasiego de drogas en  Monte Hatillo  y Jardines de Berwind, en Río Piedras.

El plan era supervisado por coroneles en turnos rotativos y directamente por Caldero López, quien casi a diario, en horas de la noche, caminaba por los sectores en conflicto para conversar directamente con los residentes sobre los problemas que les inquietaban.

Sin embargo, el jefe de la Comandancia de San Juan, Leovigildo Vázquez, indicó que en la zona permanecerá vigente un plan de patrullaje preventivo para evitar este tipo de brotes de violencia que afecta a toda la comunidad, incluyendo a las escuelas públicas del sector.