La División de Explosivos y Seguridad Pública investiga cinco incidentes que involucran a menores y adultos que resultaron heridos mientras manipulaban pirotecnia durante la celebración de la despedida del año, en Aguada, Ponce, Carolina, Caguas y Bayamón.

Dos de los casos involucran a adolescentes. El primero se reportó a las 12:30 a.m. en la urbanización Bello Horizonte en Ponce, donde un jovencito de 12 años, identificado como Luis G. Torres Quirós, sufrió quemaduras leves en las manos mientras encendía una bolita de humo. Este fue dado de alta.

El otro caso, ocurrió en la urbanización Villa Contessa en Bayamón donde a Humberto Crespo Romero, de 13 años, le cayó en el ojo derecho un fragmento de un petardo.

El agente Efraín Andreu, portavoz de la división informó que la progenitora del menor le indicó al investigador que su hijo no estaba encendiendo la pirotecnia, sino que otras personas habían prendido una ristra de petardos en la marquesina de su casa cuando fue alcanzado en un ojo.

A las 12:05 a.m. en la urbanización Golden Gate de Caguas, José Hernández Serrano, de 48 años, tomó en una mano un “cherry bomb” creyendo que era una bolita de humo y al explotar le ocasionó quemaduras en dos dedos de una mano.

También, la Policía informó que hubo un incidente en el que un septuagenario sufrió la pérdida parcial de una mano mientras manipulaba pirotecnia en el barrio Las Marías de Aguada.

Los hechos ocurrieron a las 12:36 a.m. en el exterior de una residencia de Raúl García Acevedo, de 71 años, mientras presuntamente encendía un “cherry bomb” y le estalló en la mano izquierda.

Según datos preliminares, García Acevedo sufrió daños en una mano y quemaduras en los nudillos.

El herido fue referido al Centro Médico de Río Piedras.

Mientras, que a las 2:09 a.m. Pedro Guall Serrano, de 31 años, sufrió el desprendimiento del dedo anular al nivel de la uña y fractura en la mano izquierda al estallarle una luz de bengala, en el barrio Barrazas en Carolina.

La Policía lleva a cabo anualmente una campaña de prevención sobre el peligro del uso de estos artefactos sea legal, de base terrestre o ilegal.

La Policía indaga si hay otros casos en otras partes de la isla.

El año pasado nueve personas resultaron lesionadas por el uso de pirotecnia.