¿Fiesta de marquesina o perreo al garete?

Una intervención que el Departamento de la Familia y la Policía realizaron en una fiesta de marquesina en Carolina es solo el inicio de un caso que incluirá citaciones a padres de adolescentes que participaron de la actividad.

Pero el operativo interagencial también reveló la posición que adoptó la propietaria de la residencia en donde se celebró la fiesta de perreo para poder mantener una supervisión más directa sobre sus tres hijos adolescentes de 14, 15 y 16 años de edad, quienes se convirtieron en los organizadores de un fiestón que al ser anunciado por la red social Facebook atrajo a más de un centenar de jóvenes.

“Si dejo que comparta con sus amistades en otro lugar, soy negligente, pero si tengo la fiesta en mi casa, donde yo los puedo supervisar, también soy una persona irresponsable. Ellos tienen el derecho de divertirse. Había agua y refrescos. Mi casa siempre ha estado llena de muchachos”, sostuvo Mary Martínez, quien también tiene otra niña de siete y que actualmente se encuentra embarazada de su quinto hijo.

El pasado sábado por la noche la Policía y el Departamento de la Familia intervinieron en la fiesta de Martínez, una ex empleada de un Head Start, ante la sospecha de que menores de edad estaban bebiendo alcohol. La investigación determinó que en la residencia no se estaba sirviendo alcohol, pero que sí había menores que podían haber ingerido bebidas alcohólicas. Cabe destacar que muchos de los jovencitos nunca entraron a la residencia donde se celebraba una fiesta que los adolescentes del hogar dedicaron a su madre por esta haber cumplido sus 36 años de edad la semana pasada.

Pero el Estado ahora parece tener toda la intención de que se identifiquen a personas que podrían haber incurrido en cargos de negligencia por el party de marquesina que incluyó un DJ conocido. De hecho, el Departamento de la Familia citó a decenas de padres por sus hijos haber estado fiestando sin supuesta supervisión y con aparente acceso a bebidas alcohólicas.

La secretaria del Departamento de la Familia, Yanitsia Irizarry, dijo que los progenitores se podrían exponer a cargos de negligencia, cuya pena es ahora de cinco años de prisión. “Había más de 100 personas de distintas edades, había de 12, 13, 14 y 15 años, algunos con fuerte olor a alcohol”, indicó la funcionaria.

“Esto es inaceptable”, agregó. “Es preocupante que menores vayan a estas fiestas y que los padres no se bajen a verificar quién va a estar ahí. Nuestros hijos lo son las 24 horas al día, los siete días de la semana, los 365 días del año”, sostuvo.

La funcionaria, además, recordó que no es la primera vez que se convoca a este tipo de fiestas para chicos porque no pueden entrar a discotecas y otros negocios.

El Departamento de la Familia terminó cerca de las 4:00 de la madrugada de ayer con la intervención preliminar a decenas de familias luego que una querella alertara sobre la presencia de los menores en una casa de la urbanización Carolina Alta.

Pero Martínez aseguró que siempre ha querido lo mejor para sus hijos. La mujer negó que la actividad se haya anunciado como “Perreo extremo”, como habían sostenido las autoridades, ya que esta era otra fiesta que se celebró el mismo día en otro sector de Carolina. “Comenzaron a bajar policías y policías y los nenes se asustaron. Algunos comenzaron a correr, pero yo les dije que se quedaran tranquilos porque no habían hecho nada malo”, señaló Martínez.