El juicio contra dos individuos acusados por el asesinato del policía Joaquín Correa Ortega, durante un operativo que se realizó en una feria de caballos en Humacao, se inició hoy, martes, con los testimonios de agentes que arrestaron a uno de los implicados en el crimen.

El proceso judicial comenzó de lleno a eso de las 2:00 p.m., luego que el Ministerio Público rechazó un acuerdo para estipular sentencias de 110 años de cárcel para los acusados. De aceptarse esa propuesta, los acusados, sentenciados de esa forma, podían optar por el privilegio libertad bajo palabra después de 35 años de reclusión.

“Que paguen por sus crímenes y que cumplan todos los años que se les pueda echar”, dijo Ramonita Ortega, madre del policía asesinado, durante un receso de la audiencia en el Centro Judicial de Humacao.

Por el asesinato de Correa Ortega están acusados Efraín Rivera Ramos, apodado “Bebo Orejas”, y Alexander “Coquí” Rosario de León.

Los acusados, según las autoridades, formaban parte de una pandilla de gatilleros implicados en una serie de asesinatos en la zona este del país. Además, se les vinculan con la muerte del teniente de la cárcel federal en Guaynabo, Osvaldo Albarati, quien fue tiroteado luego de cumplir con su turno de trabajo el 26 de febrero de 2013, justo cuando investigaba el contrabando de teléfonos celulares en ese penal.

La investigación sobre el crimen del agente estatal apunta a que el 10 de marzo de 2014 los dos acusados acudieron a la feria de venta de caballos, vehículos usados y otras mercancías, junto a dos individuos identificados por la Policía como Rafael Rodríguez Carrasquillo y Jancarlos “Jan” Velázquez Vázquez, para supuestamente asesinar a un ciudadano conocido por el mote de “Chango”. 

Correa Ortega, quien estaba adscrito a una unidad de inteligencia de la Policía, acudió a la feria junto a otro agente y un supervisor, el sargento Víctor Pérez Figueroa, como parte un operativo que realizaba la División de Vehículos Hurtados para dar con el arresto de sospechosos de varios delitos y para identificar transacciones ilegales. 

Según la investigación preliminar, el agente fue abatido a tiros cuando intentó intervenir con Rosario de León. Correa Ortega estaba cerca del sargento Pérez Figueroa, quien resultó herido de bala por uno de los pistoleros.

Los dos acusados, quienes fueron arrestados el día después de la muerte del agente Correa Ortega, se declararon culpables por cargos de violaciones a la Ley de Armas en el foro federal y las vistas de sentencias se programaron para este año, ante el juez Francisco Besosa. 

Rodríguez Carrasquillo, señalado por las autoridades como cómplice de los acusados, murió en el tiroteo que se suscitó en una vaquería, después del fatal ataque a tiros en la feria. Mientras, Velázquez Vázquez se convirtió en testigo del Estado. 

Los dos primeros testigos llamados por el Ministerio Público al inicio del juicio presidido por la jueza María Z. Trigo Ferraiuoli declararon sobre el arresto de Bebo Orejas en los predios de una casa abandonada, en el barrio Mambiche de Humacao. 

Por otro lado, este medio obtuvo copia de una declaración jurada que ofreció el sargento que sobrevivió al tiroteo y en la misma alude a los últimos momentos del policía asesinado.

Según la declaración, los sicarios llegaron a la feria en un Jeep Compass que se estacionó frente a un carro confidencial de los agentes y que, posteriormente, se aparcó en la parte posterior de un vehículo que se había estacionado justamente detrás de los policías. 

El sargento Pérez Figueroa indicó bajo juramento que vio a Rosario de León fumando un cigarrillo fuera de la guagua, pero que no lo pudo identificar, aunque su rostro le parecía conocido. 

Dijo que el acusado “se asustó, abrió los ojos grande y empieza a caminar rápido hacia la puerta del Jeep” cuando los agentes comenzaron a colocarse unos chalecos antibalas. Entonces, el hombre apodado Coquí aparentemente intentó huir corriendo. 

“El agente Joaquín Correa lo sigue. Yo le grité que lo dejara. El agente Joaquín Correa vira y veo que se pega a la puerta del Jeep Compass”, señala en su declaración. “Inmediatamente prenden la Jeep y, mientras esto ocurría simultáneamente escuché de forma corrida varias detonaciones de armas de fuego…”, indica la declaración.

De la pesquisa se desprende que Correa Ortega fue abatido a tiros mientras el sargento intercambió disparos con los criminales. Pérez perdió un dedo y recibió otro disparo en el área del rostro durante la balacera.

“Yo comienzo a disparar hacia la guagua. En un momento noté que mi pistola no disparaba. La miré y pude ver que yo había perdido el dedo índice. Cambié de dedo y logré disparar varias veces más y la pistola se me tranca”, indica el sargento en su declaración en la que, además, precisa que pudo identificar a Bebo Orejas cuando se bajó del vehículo. 

“Le apunté con mi pistola a pesar de que sabía que era incapaz de disparar, pero lo hice pensando que Bebo me iba a matar en el suelo”, agregó.