Elizabeth Boivin, la atleta estadounidense herida de bala en la mañana del domingo como resultado de la balacera suscitada mientras participaba en el evento Ironman, compareció esta mañana al Cuartel General de la Policía a la entrevista con agentes del Cuerpo de Investigación Criminal (CIC) de San Juan, como parte de la pesquisa dirigida a identificar a los sicarios que sembraron el terror en sectores de Miramar, Santurce y Hato Rey.

Boivin, sin embargo, no emitió comentarios al salir de la entrevista. También guardó silencio William Medina, quien acudió durante la mañana al CIC a dar su testimonio. Este hombre fue quien llevó en motora hasta el Centro Médico al otro atleta herido en la refriega, el galeno y atleta Miguel Arroyo Ramos.

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A preguntas, la comandante Jazmín Pérez Maurás, jefa del Cuerpo de Investigación Criminal de San Juan, indicó que Boivin no pudo aportar  mucho en cuanto a los esfuerzos de identificar a los gatilleros, quienes viajaban a bordo de una guagua Toyota Rav4.

“No observó nada”, contó Pérez, al hablar del testimonio de la atleta residente en el estado de Wisconsin y quien recibió un balazo en una de sus pantorrillas.

De 26 años, Boivin montaba su bicicleta frente a la de frente de Arroyo Ramos cuando se desató el tiroteo. El fisiatra recibió tres disparos, pero se recupera satisfactoriamente.

Pérez Maurás encabeza los tres equipos de trabajo confeccionados para investigar la balacera que dejó una persona muerta, identificada como José Ramos Tapia, alias Arcángel.

Esta mañana el superintendente José Caldero dijo, en entrevista telefónica, que la Policía sabía quiénes son los pistoleros y que se estaban recibiendo confidencias. Sin embargo, Pérez Maurás no fue tan categórica, aunque sí confirmó que las pistas han llegado.

“Hoy se continúan las entrevistas y estamos coordinando con el Departamento de Justicia y con el FBI (Negociado Federal de Investigaciones)”, dijo Pérez Maurás, acompañada en su oficina por el fiscal general José Capó.

La oficial, a preguntas, no confirmó información que trascendió ayer sobre si se trata de identificar a tres sospechosos.

“Entendemos que son varios”, dijo.

Tampoco detalló si existe una teoría clara sobre de dónde venían Ramos Tapia, quien perdió la vida a causa de un disparo en el lado derecho del rostro y su acompañante, Hansel José Meléndez Ramírez, vecino de Río Piedras, quien salió ileso de la balacera. Este último individuo, de 27 años, está fichado por violación a la Ley de Armas y asesinato, y en el 24 diciembre de 2007 recibió un disparo en el rostro en medio de un tiroteo en las Parcelas Falú en el que otros dos adultos también fueron heridos.

Este medio supo que una de las teorías que maneja la Policía apunta a que el dúo tuvo algún tipo de altercado al salir en la madrugada de un pub en Santurce. Esta mañana Pérez Maurás ni confirmó ni negó el dato.

“Hasta ahora, eso es materia de la investigación, dónde estaban las personas”, dijo.

La jefa del CIC de San Juan indicó que sus agentes de Homicidios, en colaboración con personal de Drogas San Juan y de Inteligencia, se encuentran buscando vídeos de seguridad que ayuden en la pesquisa, por lo que hoy se estarán entregando múltiples órdenes a esos fines.

Dijo que se hizo un acertamiento inicial a la familia de Ramos Tapia. Por lo menos, ayer, domingo, había cierta apertura a cooperar, comentó.

“Hasta ayer, sí”, especificó.

En cuanto a la colaboración con el FBI, Pérez Maurás dijo que esta agencia federal se quedó con una patrulla tiroteada durante le persecución y con la guagua Toyota Rav4 utilizada por los sicarios. Esa guagua, registrada a nombre de una mujer de Vega Baja, no tiene gravamen y la intención de la Policía es entrevistar a la dueña registral. Allí, se ocupó un peine y casquillos.

Mientras, Pérez Maurás no detalló si se ocupó algo ilegal en la guagua Sequoia, donde se encontraba el hombre ultimado por los sicarios. Aunque dijo que ese vehículo no tiene gravamen, aclaró que no está registrada a nombre de ninguno de sus dos ocupantes.

Por su parte, Capó indicó que si bien la jurisdicción en este tipo de caso de tiroteo carro a carro es de las agencias federales, en esta ocasión indicó que el FBI sólo preguntó si la Policía necesitaba su colaboración. No obstante, no descartó que se presenten cargos a nivel federal en la eventualidad de que se identifiquen a los asesinos.

La pesquisa a nivel del Departamento de Justicia la conducen las fiscales Nadie Pineda y Milagros Guntín.