Lo que comenzó como una aventura de expedición en la zona del río Tanamá, en Arecibo, terminó en tremendo susto para un grupo de turistas, este martes, cuando la crecida del cuerpo de agua les impidió regresar al lugar de donde partieron.

Afortunadamente, los ocho viajeros, entre los que se encontraban dos menores de edad, fueron rescatados esta noche, después de quedar aislados varias horas en un área rural del mencionado municipio.

“Están todos sanos y salvos”, dijo José Figueroa, director regional de la Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias y Administración de Desastres (Aemead).

Figueroa explicó que el grupo realizaba una expedición guiada por la compañía Tanamá River Adventures, cerca del sector Buen Consejo.

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De acuerdo con la versión de los turistas, la excursión comenzó a eso de la 1:00 p.m., y cerca de las 4:00 p.m., cuando intentaron salir del lugar, el río se salió de su cauce debido que llovía en la zona montañosa y a que las turbinas de la planta de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) se encontraban generando energía en ese momento, lo que aumentó el nivel del agua.

El funcionario no pudo precisar por qué los guías de Tanamá River Adventures no se encontraban con los viajeros cuando se suscitó la emergencia. Sin embargo, aseguró que sí se presentaron en el lugar durante las labores de rescate.

“Ellos como que trataron de desvincularse de los turistas, desconozco por qué”, afirmó Figueroa.

Los excursionistas fueron identificados como Alexander Hertell, de 23 años y residente en San Juan, y Sheila Baxter, de 28 años, y Dianne Gormley, de 35 años, ambas procedentes de California. Junto a ellos se encontraban Lenny Cannon, de 5 años; Breez Cannon, de 8 años; Audry Cannon, de 39 años; Toby Cannon, de 41 años, y Andrés Carrero, de 34 años, todos provenientes de Kansas.

El grupo fue examinado por rescatistas del Cuerpo de Emergencias Médicas estatal.

Figueroa explicó que el rescate se completó a eso de las 11:00 p.m.

“Fue un trabajo bien complejo porque se tuvo que gestionar con la gerencia de la represa para que se cesara la generación de electricidad y que el nivel del agua comenzara a bajar. Además tuvimos que crear un sistema de cordones para cruzar a los turistas al otro lado del río”, explicó.

Más temprano, Carlos Acevedo, portavoz de Aemead, precisó que un buzo fue el primero en llegar para ayudarlos.

El buzo cruzó las embravecidas aguas del río apoyado por cuerdas y constató que las personas están en buen estado de salud, según informes de las autoridades en la zona.

 “Todos están bien”, recalcó también Acevedo al explicar que nadie fue arrastrado por la corriente del cuerpo de agua, como se especuló en redes sociales temprano al anochecer.

El lugar donde se suscitó la emergencia es una zona cercana a un puente en la comunidad Jaguar.

Figueroa sostuvo que la emergencia fue reportada al atardecer, a eso de las 6:00 p.m. y desde entonces se movilizó personal para llegar a la zona rural donde se hallaba el grupo.

Al sitio arribaron decenas de rescatistas estatales y municipales, así como técnicos de emergencias médicas.