Ceiba.- La devastación provocada en Ceiba a causa del huracán María queda a la vista de inmediato. Casas sin techos, otras arrancadas de los cimientos, negocios hechos añicos y poca vegetación en pie son apenas parte de los daños que han sido difíciles de calcular debido a que el ciclón cortó la mayor parte de las comunicaciones y que todavía hay comunidades a las que las autoridades no han podido llegar.

Así lo informó el alcalde Angelo Cruz, quien hizo un recorrido con este diario por algunas de las zonas afectadas, entre ellas la comunidad Punta Figuera, donde sus 40 casas se fueron al suelo con la furia de María.

“Dios mío, como quedó esto. ¡Estas casas fueron borradas del mapa por el huracán!”, exclamó el ejecutivo municipal cuando llegó al sector residencial ubicado frente al  litoral que colinda con la Marina Puerto del Rey.

De hecho, la única forma de llegar a la zona fue haciendo malabares entre un puente que colapsó y a riesgo de caer en la desembocadura entre el río y el mar.

“Esta es una comunidad prácticamente de pescadores. Son gente humilde que han vivido por más de 60 años aquí a través de diversas generaciones. Lo más pena que me da es que no tienen titularidad para recibir ayuda de FEMA (Agencia Federal de Manejo de Emergencias). Pero con algo los ayudáremos”, dijo Cruz.

Adentrados en el lugar, el escenario catastrófico empeoraba. Algunos de los residentes se aventuraron a llegar a sus casitas para ver la destrucción. Don Teodoro Matos, fue uno de los vecinos que se enfrentó a la triste realidad.

“Mi casa es de dos plantas y no entiendo cómo pasó pero la segunda planta voló más de 60 pies”, dijo asombrado quien reside hace 10 años en el lugar y ahora buscará hospedaje en una residencia que pertenece a una herencia familiar.

Otro que salía anonadado del lugar fue Saúl Gómez quien reside en la comunidad hace cuatro años. Allí, en una casa de madera y zinc vivía con su esposa e hijastro de 15 años. Su única opción segura, después de haberlo perdido “todo” es irse a un refugio del municipio.

“No quedó nada, nada…pero hay que seguir pa’ lante. A reconstruir de nuevo poco a poco”, expresó.

Alcaldía destrozada y barrios incomunicados

De otra parte, el Alcalde informó que la casa Alcaldía quedó devastada con el paso del huracán luego que un poderoso ventarrón tumbara la puerta principal y de ahí en adelante se formara una “hecatombe”.

“Estaba aquí con mis papas y pasamos un susto brutal. Esa puerta reventó y ese viento furioso se metió por ahí pa’rriba causando estragos en mi oficina y en otras áreas. Esto quedó inservible”, dijo al mostrar los daños y mientras daba órdenes de recibir a la ciudadanía en la plaza pública donde se ubicaron unos escritorios y sillas.

En cuanto a daños en su municipio -que incluyen el colapso de tres canchas bajo techo- dijo que son “incalculables” pero que a su juicio tomará años para que Ceiba pueda recuperarse.

“La gente que tenga paciencia. Esto no será fácil. Pero lo más importante es unirnos para salir hacia adelante”, dijo.

Destacó que otra emergencia se suscitó en comunidades como Las Vegas, la cual quedó totalmente bajo agua, luego que el río Blanco cruzara por medio de la urbanización.

“Allí el agua subió hasta cinco pies. La gente tuvo que treparse en los techos a pedir auxilio”, expresó al asegurar que nadie resultó herido.

Así mismo indicó que sospecha que no se ha enfrentado al peor escenario de la devastación pues aún no ha podido tener acceso a comunidades rurales como Río Abajo y Cielito, “donde las casas de madera abundan”.

“Ahora mismo no sé si hay gente allí, si necesitan ayuda, si están bien… pero es probable que esas casas tan frágiles se hayan ido con la tormenta”, expresó preocupado quien estima, según la información parcial que ha recibido, que unas 200 familias en Ceiba quedaron sin hogar.

Lamentó también que los comercios locales hayan sufrido daños irreparables. “Esto es bien triste… y lo peor es que dicen que por ahí viene otra tormenta”, expresó.