El panel de jueces del Primer Circuito de Apelaciones concedió al Departamento de Justicia federal la extensión de tiempo que había solicitado, hasta el 20 de enero de 2016, para responder si pedirá la revisión del caso contra Pablo Casellas Toro.

El 7 de diciembre, un panel compuesto por los jueces Robert Benton, del Octavo Circuito de Apelaciones; David Sentelle, del Circuito de Washington D.C., y Adalberto Jordan, del Undécimo Circuito, determinó que procede llevar a cabo un nuevo juicio. Su decisión se basó en que la convicción y sentencia a nivel federal contra Casellas Toro no procedía porque se le denegó a su defensa una moción de supresión de evidencia y su petición para que el proceso se viera en otra jurisdicción debido a la “publicidad excesiva” que recibió el caso por el asesinato de su esposa, Carmen Paredes, lo que, según argumentaron, impedía conseguir un jurado justo e imparcial. 

La fiscalía tenía 14 días para informar si solicitaría una vista de revisión ante el panel, pero la abogada Kirby A. Heller, de la División Criminal de Apelaciones del Departamento de Justicia en Washington D.C., sometió una moción el lunes pasado solicitando hasta el 20 de enero para contestar. Indicó que el procurador general necesita consultar el caso con varias oficinas del circuito, con fiscalía federal, entre otros, antes de tomar una decisión.

“Este proceso no se ha completado. Se necesita tiempo adicional para tomar cualquier decisión y para el gobierno preparar una petición si se autoriza o no una reconsideración ante el panel”, lee la moción de Heller.

Casellas Toro fue sentenciado el 11 de agosto de 2014 a 21 meses (un año y nueve meses) de cárcel a cumplirse concurrentemente con la pena estatal por el asesinato de Paredes. Con buena conducta, la pena baja a 18 meses, que se cumplen a finales de enero o principios de febrero de 2016.

El hijo del juez federal Salvador Casellas fue procesado por la Fiscalía federal por supuestamente mentir a agentes federales al alegar que fue víctima de un “carjacking” el 17 de junio en 2012, al salir del Club de Tiro Metropolitano de Toa Baja, fecha en que este establecimiento estaba cerrado porque era Día de los Padres. Alegó que le robaron un arma de fuego, que fue la que se usó luego para matar a Paredes el 14 de julio de 2012.

El juicio por jurado fue presidido por el juez Joseph Goodwin, de Virginia Occidental.

Los jueces del circuito entendieron que hubo “abuso de discreción” por parte del Tribunal de Distrito Federal, ya que la Sexta Enmienda de la Constitución de Estados Unidos garantiza a los acusados el derecho a un juicio con un jurado imparcial.

A nivel estatal, el Tribunal de Apelaciones determinó a finales de noviembre que se celebre nuevo juicio en el caso por el asesinato de Paredes, por lo cual fue sentenciado a 109 años de prisión en 2014. A tales efectos, hay una conferencia de estatus pautada para este jueves, y el Departamento de Justicia local solicitó una reconsideración.