Cuatro días han pasado desde que el niño Ecvan Josué Salgado Rolón, de 6 años, perdiera la vida en un accidente en un trolley del Municipio de Toa Baja.

Y en medio del sufrimiento, su madre, Ruth M. Rolón Padilla, intenta reponerse poco a poco del dolor que produce la irreparable pérdida de un hijo.

Sentada a la izquierda del féretro de Ecvan, con las piernas cubiertas con una manta y todavía afectada por los golpes físicos y emocionales sufridos por la colisión, la mujer de 29 años, recibía llorosa los abrazos y las muestras de solidaridad de familiares, amigos, conocidos y residentes en Toa Baja, que se dieron cita la noche del jueves a la Funeraria Toaville para despedirse del pequeño.

“Mi hija está tomando esto día a día. En las noches, cuando está sola con su esposo, me dice mi yerno que ella llora, pero que cada día es menos. En cuanto a su hermano mayor, con él tenemos que trabajar porque está un poco hiperactivo, y esta situación no la ha podido asimilar muy bien”, expresó Benjamín Rolón, abuelo materno de Ecvan Josué, en representación de los padres del menor. 

El infante murió a causa de las heridas severas sufridas cuando el vehículo chocó contra un árbol el lunes pasado en la avenida Doctor Chanca, en Levittown, a eso del mediodía. En el incidente resultaron heridas 10 personas.

Rolón relató que el hermano mayor, Héctor Salgado Rolón, quien los acompañaba en el trolley, dormía la noche del miércoles junto a su primo cuando se levantó agobiado mientras recordaba el incidente.

“Despertó, abrazó a su primo y lo llamó Nathan, Nathan, Nathan, el trolley mató a Ecvan”, dijo Rolón. “Después no pudo dormir más. De hecho, lo vio en la cajita, y él dice que está en el cielo”, añadió.

A la capilla, que estaba abarrotada, llegaron también las maestras y compañeros de clase de Ecvan para expresar sus condolencias a la familia. Al fondo, el ataúd del niño, vestido con una camisa a cuadros y una gorra deportiva, rodeado por globos azules, blancos, plateados y con personajes infantiles, así como por una corona de rosas amarillas y bonches de margaritas blancas. Música instrumental en vivo, por un saxofonista y un tecladista, sonaba de fondo.

“Ciertamente esta es una situación que ha unido al pueblo en medio de la tristeza que esto conlleva, pero damos gracias a Dios porque esto es una oportunidad que Dios nos da para poder presentar la realidad de lo que está relacionado con el Dios del cielo. Esto es la muestra del afecto que la comunidad le tenía a mi nieto”, manifestó resignado el abuelo.

A su nieto, lo describió como un niño bien aplicado, que le gustaba preguntar y conocer las respuestas a sus inquietudes de manera inmediata, bien capacitado, aplicado y amoroso. También resaltó que a Ecvan le encantaba asistir a la escuela.

“Hace como dos semanas no pudo ir a la escuela y formó tremenda perreta porque no lo pudieron llevar”, recordó.

Por otro lado, Rolón dijo desconocer cuán avanzada esté la investigación del incidente, pero que había escuchado al alcalde Aníbal Vega Borges informar que los análisis de dopaje y alcohol, realizados al conductor del trolley, habían arrojado resultados negativos. De hecho, el mandatario municipal se dio cita a la funeraria, así como el representante del PNP Pedro Julio “Pellé” Santiago Guzmán.

“Yo entiendo que según la investigación vaya corriendo, entrevistarán a la gente que iba en el trolly y ellos dirán que pasó en el accidente”, añadió.

 Ecvan Josué será sepultado mañana, viernes, a las 10:00 a.m. en el Mausoleo Municipal de Toa Baja, ubicado en el barrio Campanilla. Antes habrá un culto religioso en la capilla de la funeraria donde está expuesto el cuerpo del niño.