Luis Alberto Morales Badillo, enfermero de profesión y convicto por producción y posesión de pornografía infantil contra una hija biológica y otras cuatro hijastras, se arrepintió de sus actos previo a ser condenado este viernes en la tarde, a cumplir 50 años de prisión en una cárcel federal.

Morales Badillo, de 42 años, se exponía a una condena de por vida en prisión, pero la jueza federal Carmen Consuelo Vargas le impuso medio siglo, que los cumplirá consecutivamente con los 15 años a los que fue sentenciado en el foro estatal por los cargos de agresión sexual contra las menores.

"Usted abusó de la inocencia e infligió heridas profundas a su propia hija y sus hijastras, y esas heridas son profundas y duraderas. Hay que tomar en cuenta el daño que les ha causado a estas víctimas. En aras de proteger a otras por parte de este acusado, proveeré un castigo justo y suficiente, pero no más de lo necesario", explicó la jueza al emitir la sentencia, que pudo ser de hasta cadena perpetua.

Previo a dictar la pena, Vargas le preguntó a la única víctima presente en sala, la hija biológica del convicto identificada como Jane Doe 5, si quería expresarse, pero la joven -que ahora tiene 18 años- dijo que "no quiero decir nada sobre esto".

Morales Badillo manifestó estar arrepentido y que lleva preso dos años y siete días.

"Estoy arrepentido del dolor y vergüenza que he causado a mi familia y que siento como persona. No puedo ganar una guerra contra la verdad porque de lo que se me acusa es verdad. Sé que cometí un delito y le pido a (nombres de su hija y madre de la joven) que me perdonen desde lo más profundo de su corazón", dijo el enfermero, quien fue representado por la abogada Yasmín Irizarry, de la Oficina del Defensor Público Federal, y cuya esposa, madre, hermana y dos hijos estaba en sala.

La fiscal Jenifer Yois Hernández Vega detalló que Morales Badillo se declaró culpable el 16 de noviembre pasado, en cinco cargos de producción de pornografía infantil por cada una de las víctimas, más un cargo por posesión de pornografía infantil, hechos que cometió durante 11 años, desde 1999 hasta 2010.

La fiscal federal agregó que Morales Badilla documentó sus encuentros sexuales con las menores cuando una de ellas tenía entre 8 y 12 años; con dos hijastras que son hermanas, cuando tenían entre 4 y 8 años; otra cuando tenía entre 9 a 12 años; con otra entre 12 y 13 años; y con otra menor de 8 años en el 2010.

"El convicto sostuvo un patrón de abuso sexual hasta que fue arrestado en 2011. Una seria ofensa que causó gran daño a estas niñas que es irreparable", señaló la fiscal Hernández Vega.

Según la investigación de las autoridades de ley y orden, el enfermero de profesión identificaba a madres solteras, las enamoraba y se casaba con ellas, y luego abusaba de sus hijas.

Morales Badillo residía en el sector Playuela en Aguadilla, y ha trabajado en los hospitales Buen Samaritano en Aguadilla, y Bella Vista en Mayagüez.