La jueza Vivian Durieux Rodríguez, del Tribunal de Bayamón, sentenció hoy, jueves, a Neftalí Castillo Cabrera a cumplir una sentencia de 78 años y tres meses de prisión por el asesinato del voleibolista Jesús Hernández Otero, ocurrido el pasado 19 de marzo.

Esposado de manos y pies al lado de su abogado, Antonio Sagardía de Jesús, el joven de 22 años escuchó atento las palabras de la togada.

Específicamente la jueza le impuso una pena de 62 años y 6 meses por el cargo de asesinato en segundo grado, 12 años por una violación a la Ley de Armas por matar a su amigo con un cuchillo y tres años y nueve meses por un cargo de destrucción de prueba por tratar de disponer del vehículo de la víctima.

“Las penas se cumplirán consecutivas entre sí”, afirmó Durieux Rodríguez.

Fuera de sala, Leticia Otero, mamá del voleibolista se expresó satisfecha con la sentencia.

“No puedo decir que estoy feliz porque somos dos familias que estamos destruidas, pero estoy agradecida y estoy conforme porque esta persona tenía que pagar por los delitos que cometió”, afirmó.

“Hoy estoy agradecida porque aunque nos arrebataron una vida, Dios nos da el placer de darnos otro (nieto) y esa es la felicidad que yo tengo”, agregó sobre el embarazo de su hija, Priscilla, que espera un segundo hijo.

Antes de escuchar la sentencia, el convicto pidió perdón a la familia del voleibolista, que se encontraba sentada en primera fila detrás de la mesa del Ministerio Público.

“Quería disculparme y pedir perdón a la familia por el acto que cometí”, afirmó. “Sé que pedir perdón no resuelve ningún problema, pero me salió decirlo”.

Otero, apuntó que le tomará tiempo perdonar al hombre que le quitó la vida a su hijo y comentó que no veía como genuinas las palabras del convicto en sala.

“Realmente no (no lo acepto el perdón), porque no lo puedo ver genuino… era su amigo”, afirmó.

Previo a la sentencia, el licenciado Sagardía de Jesús argumentó que el acto no se podía realizar porque la jueza había cometido un error al no ofrecer al jurado la opción de considerar -entre sus opciones- el asesinato atenuado.

“El jurado estuvo encadenado en instrucciones que no fueron correctas”, apuntó.

Pero, la jueza rechazó este planteamiento.

“Eso es un error de derecho que se debe atender mediante el trámite apelativo”, apuntó Durieux Rodríguez en un análisis que coincidió el Ministerio Público.

Durante la vista, que se extendió unos 12 minutos, estuvieron presentes los fiscales José Virella Santana, Enrique Rivera Mendoza, Miguel Alameda Ramírez y María del Mar Ortiz.

El fiscal Alameda Ramírez, por su parte, se expresó complacido con la sentencia y descartó que la jueza hubiera fallado cuando decidió no ofrecer la opción de asesinato atenuado al jurado.

“Nosotros entendemos que se dieron las instrucciones que se tenía que dar, que eran el asesinato en primer grado y el asesinato en segundo grado. La prueba que desfilamos fue de primer grado y hubo una determinación por un segundo grado”, afirmó.

Los hechos de este caso se remontan al pasado martes 18 de marzo, cuando familiares de Jesús reportaron su desaparición a través de las redes sociales. Un día más tarde el cuerpo del joven se encontró en una playa de Dorado. El cadáver presentaba múltiples heridas de arma blanca. Horas después las autoridades arrestaron a Castillo Cabrera y a otro joven.

Mientras Sagardía de Jesús indicó que analizará con la familia la posibilidad de una apelación.

“Yo considero esto, aunque fueron 78 años, un éxito porque el fiscal no prevaleció en el primer grado, el fiscal no prevaleció en los agravantes de odio tampoco”, apuntó.

“Es un caso donde hay una confesión y el cliente detalló lo que pasó, era bien poco probable que lo pudieran absolver”, agregó.

Indicó también que en unos 20 años el convicto podría acudir a la Junta de Libertad Bajo Palabra. En caso de asesinato, la persona convicta tiene que esperar 35 años para solicitar este privilegio.